Te Salvare-Lukloe/ViperBee- [TERMINADA]

Epílogo

Observaba desde la ventana del carro las calles de París, el clima era frío, no era su estación favorita pero no sé quejaba.

—Te notó nervioso—Habló el castaño a su lado, el cual manejaba sin quitar su vista del frente.

—Lo estoy—Respondió, dando un suspiro y cambiando su posición en el asiento, haciendo que su buzo se levantara dejando ver una cicatriz en su abdomen.

—Relájate, ya te eh dicho que uses tu encantó de guitarrista y caerá a tus pies—Sonrió divertido, doblando en una esquina.

—Ese "encantó" que tú dices, ella lo llama "hippie"—Contestó imitando una voz femenina en la última palabra.

Su amigo rió con ganas, frenando el carro frente a un hotel.

—Bien. Aquí me despido—Luka le agradeció y bajo quedando frente al hotel—. ¡No lo olvides!, ¡Quiero sobrinos!—Exclamó, haciendo arrancar el carro y llendo se dejando al peli-negro con las palabras en la boca.

Fulminó con la mirada por donde su amigo se había ido, rodó los ojos palmeando se sus mejillas tratando de quitar su sonrojo.

Suspiró, y sin esperar más se preparó para entrar al hotel.

[...]

—¿Hablara con el?.

—Si—Respondió poniéndose algo más abrigado—. Estoy nerviosa.

—Descuide señorita, si usted tomó su desición, no tiene porqué estar nerviosa—Dijo su mayordomo calmando la un poco.

—Gracias... Por todo—Murmuró con una media sonrisa en sus labios, el hombre no hizo más que mirarla tiernamente. Mientras ella lo seguía mirando esperando a algo, suspiró.

—¿Quiere yo lo haga pasar?—Dijo, sabiendo ya de su mirada suplicante.

—Si, por favor—Confirmó haciendo ojitos de cachorro.

Suspiró, negando divertido.

[...]

La vió, estaba distraída viendo el cielo nublado, aún no se percataba de sus presencia. Las manos les comenzaron a sudar por el nerviosismo, cada vez era más difícil controlarlo.

—Hola...—Su cuerpo se paralizó al escuchar su voz, no se había percató de cuando ella voltio, se alegró de poder escucharla luego de ya hace un tiempo, aunque le entristeció que no le saludara con su típico apodo, al cual ya se había acostumbrado.

—Rubia, necesitamos hablar—Dijo, tratando de que su voz no temblará.

—Lo sé—Fue lo único que pudo responder en esos momentos, evitando la mirada del chico frente a ella.

—Me contaron que estuviste conmigo en el hospital, y que estuviste con mí madre ayudándola en lo que necesitará, gracias—Sonrió dulcemente, mientras la rubia lo miraba de reojo sin expresión alguna.

—Tu madre piensa que fue un accidente. Además que fui yo quien causó que estuvieras ahí, no debería parecerte extraño que te acompañará— Desvió su mirada incómoda—. Lo que fue extraño; es que no haya ido tu novia a verte—Murmuró con molestia al recordarla. El guitarrista enarcó una ceja confundido.

—¿Como dices?—Preguntó.

—Nada. Olvídalo—Mencionó haciendo un gesto restándole importancia.

El joven la observó por unos segundos extrañado, moviendo su cabeza de lado, recordandose así mismo a lo que fue a verla.

—Bueno, el caso es que...—Rasco su nuca buscando las palabras correctas en ese momento.