Otra vez Tú

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POV'S AINHOA

-Alejandro - lo llamé esperando a obtener respuesta alguna- ¡Alejandro!

Subí las escaleras del reino y no había rastro de él. ¿Dónde se habrá metido? Parece que siempre esta jugando al escondite .Lo vi salir de la habitación de sus padres.

-¿Me buscabas?-pregunta tan contento.Llevaba como media hora gritando y buscándolo y de golpe sale de la habitación de sus padres tan tranquilo. Este chico me pone de los nervios, me recuerda a una niña que iba conmigo a clase.Esta se dedicaba a pintarme con un bolígrafo en castellano y a parte se inventó una historia en donde cuenta que me tiré por un grúa.Aunque no recuerdo su nombre.

-Sí- le respondo retomando aire ya que en el dichoso castillo hay muchos escalones por subir.Podrían poner un ascensor o algo por el estilo.-No estoy en forma.

-Ya lo veo- dijo riendo, lo fulminé con la mirada pero su risa era tan contagiosa que no pude contenerme y yo también empecé a reír.-¿Que es lo que me quiere decir?

-Ufff... Se me ha olvidado- miento.

-Llevas 15 minutos llamándome y ahora no te acuerdas, ¿es enserio?-me gustaba verlo sufrir de vez en cuando.

-Osea- digo incorporándome - ¿Me has escuchado llamarte y no has sido capaz de responderme?

-Sí- dice alzando los hombros.

-¡Ohhh!...¿Te parecerá bonito?

-Pues bonito no es pero es que estaba hablando con mi padre sobre lo de la boda.-hizo una mueca y prosiguió- ya han llegado las alianzas.

-¿Y cuál es el problema, Noa?- le pregunto mientras ambos bajábamos las dichosas escaleras. Tanto esfuerzo en subirlas para nada.Si no fuese porque es el futuro rey, este ya estaría muerto.

- Pues que...Espera- lo miro extrañada -¿ Me has llamado Noa?

-Sí, ¿Que pasa?-me empiezo a reír ante la cara que hace.

-Pues que no me llamo Noa.

-Disculpe Majestad- le hice una reverencia para que se sintiera aludido por una vez en su vida.- Pero es que mi amiga Noa es como usted salvo que ella te deja vistos por le móvil.

-Gracias - dice devolviéndomela.

- Parecemos dos críos jugando.

-¿Que hay de malo?- ambos giramos la cabeza ya que se escucha un disparo.No era importante según los reyes. Los subnormales de los guardias  se dedican a disparar a las gaviotas que se meten en el comedero de las palomas.

-Se supone que debemos comportarnos.-le dirijo la mirada de nuevo.

-¿Y eso que es?- me mira pícaro y le doy un golpe en el pecho.

-¡Ahh!- me mira asustado y me echo a reír.- Pobrecito se ha asustado- le digo mientras le revuelvo el pelo.Unos segundos más tarde me perseguía por todo el patio.- Espera, ya me acuerdo lo que te iba a decir.

-Me alegro.-Le costaba respirar

-¿Quieres que vaya a por agua?-le pregunto mientras dirijo mi dedo en dirección a la cocina y mi cuerpo en la suya.

-No hace falta, pero si me podrías traer un helado-puso una cara súper mona y no me pude contener. Mi estómago me dio un vuelco increíble, sentía nauseas.Porque estaba tan cursi.-¿De que lo quieres?

-Vainilla , por favor.

Subí otra vez las dichosas escaleras y me fui directa a la cocina.Al llegar vi a Sussi cocinando algo.La saludé y saqué un corneto del congelador.

-Ainhoa-me volteé a verla- A llegado esta carta para usted.

-¿De..de q..quien es?-Mi cuerpo empezó a temblar sin motivo alguno.Estaba aterrada, ya sucedió esto una vez y no me gustaría volver a pasar por ello.-Sussi, ¿Quien me la envía?

No lo sé , señora. Solo estabahí y pone su nombre.- agachó la cabeza mientras yo sentía un gran mareo.

-Sussi, lo siento , no debí gritarte- me tambaleé y me apoyé en la encimera de piedra que estaba fría.- Puedes mirar quien me la envia, por favor.

-Señora...¿Se encuentra usted bien?

-SI...No...Bueno si. Me estoy mareando.-Esta giró el sobre y leyó "Rebeka".-Sussi, ti..tira esa ..carta.

-Señor Alejandro- chilló de golpe mientras seguía apoyada en la encimera.Hice un esfuerzo en coger la carta pero esta me debilitó aún más. Caí al suelo mientras escuchaba a alguien subiendo las escaleras rápidamente.Me levanté de golpe y fui a la habitación de Alejandro.Una vez dentro, me tumbé en su cama y empecé a respirar fuertemente. Llamé a Nidaa y esta me aseguró que no tardaría mucho en llegar.

-¿Que pasa Sussi?- escuchar esa voz me hizo más fuerte pero no se porque.

-Señor Alejandro, la señora Ainhoa se fue mareada a su habitación. Y todo por tocar esta carta.

-¿Quien se la ha escrito?

-Por lo que pone aquí, Rebeka.

-Deshazte de esa carta. Y no le digas nada de esto a mis padres, por favor.

-Sí, señor

Escuché unos pasos y una puerta abrirse.A duras penas vi a Alejandro, solo sé que él estaba ahí.Noté su mano en mi frente.

-Dios mío Ainhoa, estás ardiendo.Voy a por hielo, no te muevas de la cama.



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⏰ Última actualización: Nov 23, 2019 ⏰

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