We're pregnant! » Omegaverse YM.

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Jimin estaba solo un poco preocupado, ansioso y demasiado alarmado. Llevaba toda la mañana con una pequeña incomodidad calando dentro de él y no había encontrado una respuesta hasta el preciso momento en que su lazo se tensó.

Su alfa estaba en celo.

El adorable olor del omega se había expandido por toda su habitación, si bien no tenía nada que preocuparse, no podía evitar pensar en todas las omegas, betas y ¿por qué no? Alfas que estuvieran cerca de su Yoonie. Con un gruñido de molestia se levantó de su pequeño escondite y buscó por todas partes el cajón en donde YoonGi solía guardar los marcadores con los cuales trabajaba, Jimin no sabía si era una exageración de su parte, pero por si acaso se encargaría de poner un gran recordatorio de que Min YoonGi era suyo, suyito, de él.

Sí, Jimin estaba dispuesto a escribir Propiedad de Min Jimin en la frente del mayor, impregnar su aroma en la ropa de éste ¿y por qué no? Morderlo solo un poco para que siempre lo tuviera presente y lo recordara con adoración. Su pequeño lobito blanco aulló en afirmación, muy de acuerdo con lo que la parte humana había ideado. El pequeño omega no era celoso, pero nada más le tocaba recordar el tiempo en que su YoonGi y él apenas estaban empezando el cortejo, la cantidad de omegas y betas detrás de su chico lo habían hecho sacar las garras.

Chiquito y todo, pero dispuesto a defender lo que por ley le pertenece.

— Es nuestro. — Susurró llevando su pequeño puñito a su pecho mientras se desesperaba por no encontrar los marcadores. — ¡Mierda! — Se quejó enfurruñado con un tierno puchero adornando su rostro. Sus pequeñas manitas acariciaron la leve curvatura de su vientre, su pequeño cachorro cada día iba creciendo un poco más y aquello lo volvía loco de felicidad. — Papi está un poquito molesto y tu otro papi seguramente estará muy activo ¿entiendes? — Le preguntó aun sabiendo que no tendría respuesta alguna. — Te portas bien y te quedas tranquilito y te juro que no te llamaras ni Daenerys ni Goku. — Afirmó con una sonrisita mientras dejaba de lado la búsqueda de los mugrosos marcadores y avanzaba con tranquilidad hacia la cocina, en una esquina logró divisar a Holly y con el pecho apretadito tuvo que encerrarlo en el cuarto de visitas.

Nopes, Jimin no quería que nadie los interrumpiera.

Ya más tranquilo avanzó nuevamente hacia su habitación, aquel lugar en donde siempre estaba el olor de su alfa y en donde su omega se sentía tranquilo para poder descansar con su cachorro, su mirada se paseó por todo el lugar hasta dar con el closet, de este sacó un pequeño trajecito que solía usar con su alfa pero el cual, dudaba mucho que le pudiera servir. Jimin había aumentado de peso y aunque él se sentía como una pelota, YoonGi estaba demasiado feliz. Enfurruñado en su lugar y haciendo berrinches no se dio cuenta de la mirada depredadora que estaba encima de él.

Sin embargo, el lobito blanco en su interior empezó a revolotear emocionado y Jimin puchereó inconscientemente.

El conjuntito rojo ya no le servía.

—MinMin. — Jimin alzó la mirada encontrándose con la profundidad oscura de los ojos de su alfa. — ¿Qué haces bebé? — Preguntó el mayor mientras entraba lentamente a la habitación desanudándose la corbata, Jimin trago seco ansioso ante la mirada hambrienta de su alfa. Su chico era tan caliente que no podía evitar soltar feromonas de excitación con solo pensar lo que pasaría en pocos minutos.

— No me sirve. — Susurró haciendo un puchero involuntario. — Estoy muy gordito. — Negó entristecido. YoonGi rió divertido mientras abrazaba a su omega llevando sus manos al abultado traserito que tanto amaba. Dios sabe que había pasado varias noches en vela antes de que su precioso omega lo dejara cortejarlo.

Muy pareja destinada y todo, pero Park Jimin lo había hecho comer tierra muchas veces.

— Jimin-ah. — Llamó el mayor mientras sus manos seguían masajeando aquel respingón traserito. — ¿Y si hacemos un muñeco? — Tarareó sin ritmo.

— ¿Hmm? — Jimin parpadeó confundido ante lo dicho por el alfa. YoonGi rió divertido y las mejillas del menor se colorearon de un tierno color rojo.

— Ven vamos a jugar. — Se separó renuentemente para cederle la mano al rubio omega. Jimin asintió mientras el lobito interior se encargaba de mover la colita feliz.

Sería un gran día para la pareja.

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[.]

¿Salseo YoonMin para el otro capítulo sí o no?

¡Muchas gracias por leer y gracias, mil gracias por los casi 2K de lecturas y 300 votos en la historia! Es un pequeño logro del cual estoy muy feliz.

¿Ya están leyendo "Hunter"? Porque si ese no es el caso ¿qué esperan? Está caliente como el sol de verano, acá les dejaré una pequeña imagen con sinopsis y todo ya que me gustaría que también la apoyaran mucho, mucho.

*Guiño de promoción*

¿Ya me siguen en wattpad? Les recomiendo que lo hagan, hace días hubo un pedo nada chévere con la plataforma en donde parecía que mi cuenta había desaparecido y ya luego cuando se normalizó, We're Pregnant! No aparecía en mis historias, así que por cualquier eventualidad creo que sería mejor tenernos de forma más "cercana" así ustedes sabran como manejo mis actulizaciones y ¿por qué no? Ustedes me conocen y yo las conozco a ustedes ¿qué les parece we?

Ya me extendí mucho, hasta la próxima actualización.