Un Omega para el Rey. © |TaeKook|

¿Ahora para dónde?.

—Odio aquí. —murmuro el menor a cada paso que daba, pateaba las piedritas que estaban por su camino, sus brazos estaban extendidos de una manera tristona a cada lado, su vista al suelo con suspiros de desesperación.— Esto es obra del Diablo. —no tenía pruebas pero tampoco dudas de que así era. JungKook era buen chico, no le faltaba el respeto a sus mayores, se comía la verdura aún cuando no le gustaba mucho, hacia ejercicio arduamente, acepto la propuesta de matrimonio de una fan loca con la excepción de que primero tenía que hablar con sus padres, ayudaba a SeokJin Hyung cuando este se lo pedía, dejo de burlarse de la estatura de JiMin desde hace mucho, respetaba mucho a YoonGi y HoSeok. Su ejemplo a seguir era NamJoon Hyung, y ya no fastidiaba mucho a TaeHyung, aún lo hacía pero era porque el chico era su amigo más cercano y le gustaba cuando TaeHyung solo le ponía atención a él, cuando solo estaba con el, cuando le daba cariñitos en los cabellos solo a él, cuando tocaba su oreja con cariño y a la vez le llenaba de abrazos. Y no esta de más decir que la otra vez en un programa estadounidense les pidieron hacer la última parte de la coreografía de Fake Love y accidentalmente TaeHyung y él se dieron un beso, eso sin decir tambien que en el reciente concierto TaeHyung volvió a darle un beso pero discreto.— Ese Hyung es un atrevido. —comento más animado, no le molestaba para nada esa clase de afecto con V, solo le molestaba mucho, mucho que el baboso no le dijera algo para dar el siguiente paso.— Vaya. —JungKook se detuvo al notar dos caminos frente a él, parpadeo un par de veces. Un camino era oscuro y terrorífico, los árboles tenían forma de espectros, el suelo estaba muerto y el otro camino estaba lleno de vida, habían animales y pajaritos cantando por ahí y por allá.— ¿Ahora para dónde?. —el menor no tenía idea para donde ir, si bien, comprendía que no siempre el camino que se ve seguro es el correcto, también dudaba en ir por el camino tétrico donde no había vida. El menor visualizo que cada camino tenía un letrero.— ZooWorld. —era el camino con vida.— Y el otro es... Mgh, ¿Eso está en latín?. —no le daba buena espina, así que:— bueno me iré por el camino a ZooWorld. —dijo seguro.— Ese otro camino no me da buena espina, el nombre estaba en un idioma que hoy está casi extinto. —volteo una última vez para ver ese paisaje gótico. A la lejanía, pudo ver a un tipo con alas negras y cabello blanco con cuernos en las cabeza y cola puntiaguda.— Hice bien en no irme por ese camino que lleva a Luciferum. —JungKook decidió que no era importante ponerle atención a aquel otro camino, fue esa la razón por la que empezó a correr con mucha rapidez, (no tenía nada que ver aquel sujeto con aspecto de demonio, no claro que no, tampoco tenía que ver que casi se hace pis por lo mismo).

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—¡UF! No había corrido tanto en mi vida.  Ni siquiera en el MV de Run. —expreso cansado, sus pies dolían por la gran corrida de kilómetros que dio, y aún no veía nada.— Creo que me equivoque de camino. —su pechito empezó a doler, sus ojitos a escurrir lágrimas, no le gustaba estar solo.— ¡Ah! ¡Quiero volver a mi casa!. —JungKook se trago cualquier insulto que quisiera salir de su boca. Respiro y exhaló más pausadamente, decidió que no era momento para perder la calma.— Solo seguiré el camino hasta dónde me lleve. —el traje de Cookie le causaba picazón pero no podía quitárselo.

—¡Te tengo! —grito alguien a sus espaldas, el Maknae no tuvo tiempo para procesar nada, solo fue tirado al suelo con un golpe seco y sus manos apresadas por cadenas.

—¡Sueltame! —grito el menor, a quien sea que lo haya atrapado.

—No, claro que no, corrí mucho para encontrarte Galletita Kookie. —sintio un escalofrío recorrer su espalda, al escuchar esa voz profunda hablarle muy cerca del oído, (sin mencionar que tenía el cuerpo de alguien encima de él, que lo apresaba como un criminal).— Ahora si, ahora sí.

—¿Ta-TaeHyung?. —pregunto, mirando como un chico de cabellos castaños con orejas de lobo y vestimenta de un rey pararse delante de él.

—Muy bien, muy bien, hora de irnos.

—¡No, sueltame! ¡¿Qué te sucede V?!

—¿V? ¿Quién es V? —pregunto el personaje, JungKook pateleo para soltarse cuando la versión mucho más rara de TaeHyung lo cargo como costal de papas sobre su hombro.— Bueno, no importa, no importa.

—¡Yah! Déjame ir Kim TaeHyung!.

—¡Mi nombre no es TaeHyung! Respeta a tu rey y futuro esposo!.

—¡¿Qué?!. ¡¿Cómo me encontraste?!.

—Fácil, fácil, solo seguí tu olorcito dulce. Mi lobito y yo nos ponemos muy felices al olerte cerca. —el pobre Maknae no tenía idea de lo que pasaba, pero era algo seguro, nada bueno saldría de esto. Porque ahora el personaje enemigo del personaje que el estaba interpretando, apareció. ¡Mucho peor, lo rapto!.— Me sentí enojado cuando los zorros te dejaron escapar, pero no importa porque yo te encontré, te encontré...

—¿Qué vas a hacerme? —pregunto asustado.— ¡No, no, no! ¡No me quites la virginidad!. ¡Eso no por favor, esa se la daré a mi TaeHyung!. —lloriqueo en la espalda del lobo.

—Hoy actúas muy raro Galletita, pero tranquilo, cuando lleguemos al castillo te daré mimitos para que te sientas, mejor, mejor.

—¡No quiero mimos, quiero volver a casa!. —le reclamo.

—Tu casa es el castillo ahora, al lado mío. —la voz del Rey lobo cambio, a una más profunda y temerosa.— Y nada ni nadie va a llevarme la contra.

—¡Estás loco, déjame ir extraño ser con orejas de perro!.

—¡Son de lobo, y ya te dije que no me faltes al respeto o te daré nalgadas para que obedezcas!. —el menor cerro la boca, apretando fuerte sus manos, ese chico idéntico a TaeHyung tenía una fuerza sobre humana, él no era nada contra su gran fuerza.— Así me gusta, gusta. —un TaeHyung que repetía las palabras.

—¡Uju uuuh, uju, uju, uuuh! —y lo único que pudo hacer fue llorar, porque no deben olvidarlo. JungKook era un bebé aún, y uno muy asustado.

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