TaeHyung lo hubiese entendido.

5.8K 882 104
                                    

JungKook se hizo una bolita diminuta notando a todos esos seres extraños que lo veían a él, con una rara fascinación u adoración que para nada le daba una buena espina. Observó al causante de sus penurias, al extraño sujeto que era el Rey, el cual, estaba muy entretenido bebiendo y comiendo, sin siquiera preguntarle si el tenía hambre, no supo que hacer, llevaba horas en ese gigantesco castillo, colorido y lleno de vida.— ¿Gustas conocer nuestra habitación, habitación?. —pregunto un entretenido castaño, ladeando la cabeza a un lado. JungKook por su parte se encogió mucho más en su silla.

—Lo que quiero es saber tu nombre. —su voz salio aguda. El castaño con orejas de lobo asintió emocionado, aplaudiendo felizmente en lo que se levantaba y jalaba de la mano al Maknae.

—Soy Kim TaTa, rey de ZooWorld, aunque no entiendo tu pregunta. —el menor quiso reír, pero no lo hizo, así que ese chico tenía el nombre del personaje de TaeHyung en BT21. Sin duda alguna no se espero eso.— Ahora si, iremos a que conozcas nuestra habitación. —el chico con orejas de conejo hizo un puchero, golpeando levemente las manos del castaño para soltarse pero simplemente no pudo. Fue inevitable para el, ya que en menos de lo que pensó estaba parado delante de una gran puerta, que al abrirla dejo a relucir una muy hermosa habitación.— ¡Bienvenido, Kookie, Kookie!. —TaTa cerro la puerta detrás de él, y JungKook solo se quedó estático en su lugar, fascinado por tan bella decoración en las paredes, telas y colores platinados que eran muy relajantes, una cama mucho más grande que la que él tenía, y todo lo demás que sin dudas lo dejo sin palabras.

—Esto si es lujo, pero ni yo tengo tantas cosas ostentosas. —murmuro, él no era un chico que se obsesionara con los lujos, tampoco presumía lo que tenía, eso era avaricia y sin duda no, él no era así, Bantang no era así.— Lujos innecesarios. —afirmo serio.

—¿Te gusta, gusta?.—pregunto el rey, notando el silencio del lindo conejito.— No te gusto. —bajo la cabeza entristecido.

—La verdad, prefiero algo más ya sabes... Algo más a mi gusto. —dijo pensativo.

—Tu dime y ordenaré que lo hagan, todo para que mi bello Omega este feliz. —respondio rápidamente. Por otro lado el Golden Maknae estaba sin palabras, rió burlón después de un rato, negando repetidamente.

—Esta bien no es necesario. Después de todo no me voy a quedar aquí. —esa aclaración hizo que el rey lobo se alarmara.

—¿A qué te refieres, refieres?. —JungKook no supo que decirle, solo se quedó parado, observando el desánimo que el pobre castaño tenía, se sintió un poco mal.

—Solo, yo digo que si esto es solo un sueño tarde o temprano llegará a su fin. —eso esperaba, lo esperaba demasíado. TaTa negó rotundamente, pensando qué tal vez a lo que Galletita Kookie se refería era que no estaba convencido de casarse, fue por eso que más animado tomo de la mano al menor, guiandolo a una silla, donde él se puso de cuclillas viendo directamente a los ojos al menor.

—Solo estás asustado, eso es todo Kookie.  —dijo sonriente, el Maknae se tenzo, porque no estaba acostumbrado a esa clase de afectos, bueno si, pero solo con su TaeHyung.— Te explicaré un poquito, poquito, estás nostálgico porque no vivirás más es tu bonita casita del campo, y porque no verás muy seguido a tus amigos. Lo sé, porque también son mis amigos, pero yo tenía que tomar el lugar de mi papá y el tiempo pasó... Y ahora soy el rey, y tú mi futuro esposo. —JungKook estaba calladito, no entendió casi nada pero aún así asintió.— Te daré un ejemplo, dime, ¿Qué es lo que más extrañas?. —El menor lo pensó muy bien, tanto que posó un dedito en su mejilla, pensando muy seriamente esa pregunta, sus ojitos brillaron he hizo un puchero y se cruzó de brazos diciendo:

—Yo honestamente, extraño mucho un par de cosas, en primer lugar el saludo Bantang, hace años que ya no lo hacemos, ¡Ujum! —asintio convencido.— Las nuevas Army's ni siquiera saben que es, y es molesto, también extraño el mini programa de SeokJin Hyung, el EatJin, ¡Oh! Pero sin duda extrañe mucho hacer el dance practice de Halloween. —puchereo como bebito.— Se están perdiendo algunas tradiciones en el grupo, ¡Mgh! Eso es lo que extraño. —dijo, y TaTa estaba sin saber que decir, porque no entendió nada, de nada, así que solo sacudió su cabeza sonriendo nervioso.

—¿Y qué es lo que te hace feliz, feliz?.

—¡Cantar! —respondio animado.— ¡Bailar, mis fans, mi familia, BTS! —sus ojos brillaron al decir todo eso.— El amor que recibimos como grupo, el orgullo que le doy a mi padres, la marca que estamos dejando a las nuevas generaciones! Eso me hace feliz, y me hace querer esforzandome mucho más. —era honesto, eso era lo que le hacía feliz, muy feliz.

—A este, bueno, no entendí muy bien lo que dijiste, dijiste, así que mejor otra pregunta para que te explique mejor, ¿Qué es lo que más te duele? Me refiero,  ¿Qué te ha dolido más, o te causa dolor o molestia?. —se quiso dar a entender mejor. JungKook aplaudió emocionado porque tenía muy en claro la respuesta.

—Me dolió mucho al principio dejar a mamá y papá y a mi hermano mayor, pero si era por mis sueños estaba bien, y ellos me apoyaron mucho. También me dolió mucho cuando Hobi Hyung casi deja el grupo, llore mucho y le supliqué que no lo hiciera —dijo, con una sonrisa avergonzado.— Me molesta que me digan Oppa, no me gusta y nunca me gustará. ¡Uh! Me desagradan las Sassaeng, me dan mucho miedo, y lo único que he odiado creo yo, fue cuando amenazaron de muerte a JiMin Hyung, eso lo puso muy mal y siempre estaba triste, pero ahora el sonríe mucho y estoy feliz por eso. Y, mgh, también lo que único que me ha molestado fue que cuando empezamos nuestra gira mundial a principios de año me lastime el tobillo y no pude bailar en el principio de la gira, tampoco hacer mucho esfuerzo fue muy triste. Y solo, por el momento. —termino a decir, con una diminuta sonrisa.

—No te entendí. —menciono aturdido el castaño, rascando sus orejitas.— lo lamento, no entendí.

—TaeHyung lo hubiese entendido. —le respondió, con una punzada en el pecho, ¿Cuando tiempo había pasado? Tal vez horas, tal vez días, no lo sabía.

TaTa jugó con sus manitos, con las mejillas rojas.— Bueno, yo, solo quería explicarte era que, te sentirás feliz, recordando siempre todos esos momentos... Porque te recuerdan a tu hogar. —y el rey lobo, no dijo nada más, se levanto y camino a la puerta.— Mañana empiezan los preparativos, descansa, descansa.

JungKook estuvo callado un par de minutos, sintiendo una adrenalina subir por su cuerpo, le ayudo mucho el consejo, sin duda alguna le ayudo.— Debo huir de este lugar.

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/
........................................(1)....

Un Omega para el Rey. © |TaeKook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora