Génesis 13:2

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Abram era riquísimo en ganado, y en plata y oro.

Cuando da prosperidad Dios lo hace en todos los sentidos. El todopoderoso no es mediocre, basta con ver un amanecer. La vida eterna es a quien se lo merece y Dios lo cuida como a Abram, especialmente al que le obedece.

Obedecer es la clave para recibir prosperidad ¿Dijo acaso Abram: "Yo no puedo; nunca antes a un Dios obedecer"? No fue así, pues por obediencia, multiplicó y abundancia acumuló.

Hoy también, Dios da prosperidad y amor al orar por otros, es como una energía que llega en bendición. Y la prosperidad es paz, es luz, es un ¡hola! y es un ¿cómo te va?

Las personas atribuladas y necesitadas necesitan de las oraciones, ayudas y bendiciones. Porque las bendiciones son prosperidad que llega en bendiciones a los demás. Entonces, orar por ellas tiene un efecto transformador y esperanzador.

Génesis El principio de la poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora