Génesis 22:12

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"No extiendas tu mano contra el muchacho y no le hagas nada, porque ahora sé de veras que eres temeroso de Dios, puesto que no has retenido de mí a tu hijo, tu único".

Y pretendió extender su mano, a alguien más importante que su hermano, a su hijo, el único, el amado.

Y Abraham lo hizo por ser temeroso de un Dios amoroso, que impidió tal sacrificio humano, pues Dios le extendió su mano.

Y Abraham fue probado hasta el límite de su amor más allá de las lágrimas y del dolor.

¡Oh, Dios de mi amor!

Del poder infinito y de la imparcialidad desde Tu trono real, me miras y me entregas tu palabra donde hay una sabiduría sin igual.

Tu ternura y cariño no tienen final, es hermosa tu personalidad por siempre para Ti mi lealtad.

Génesis El principio de la poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora