"No tengas miedo, porque yo estoy contigo, y ciertamente te bendeciré".
Que reconfortante es recibir de Dios el estímulo. Ese "no tengas miedo" y la valentía los recibos como un riego, al jardín de mi vida; me muestran que Dios está conmigo. Por tanto, gracias le digo.
Dios está conmigo y ciertamente me bendice y yo hago lo que Él dice, rejuvenece mi interior, me llena de puro amor.
Dios todopoderoso, Supremo Señor, eres mi fortaleza y mi salvador, también eres la frescura en un día abrasador.
¡Mi roca eres! ¡A ti me inclinaré! Tu santo nombre ensalzaré, omnipotente, glorioso Señor, eres mi fuerza y el amor de mi corazón.
Me regocijo en tu luz y tu verdad, en tu alegría y tu bondad. Tus mandamientos cumpliré, fiel a tu reino por siempre seré.
De corazón en Ti me regocijo. Lo negativo no me podrá derrotar. En Ti amor y lealtad, así la vida me quiera truncar.
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Génesis El principio de la poesía
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