"Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara"
Adán era feliz en el jardín de Edén, cultivando y cuidando con obediencia conforme a la voluntad de Dios. Se me estremece el alma pensando que debido a su desobediencia perdió el favor del Señor. Y así nació la aflicción del alma.
El Edén existe en el corazón cual perla brillante y ejemplar que incita a sanar el alma con íntegra fe.
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Es perdiendo como aprendemos a valorar y ese aprendizaje nos ayuda a enseñar para que otros aprendan a sanar, amando.
Todos los días del año debemos proponernos amar, vivir, cantar, reír y limpiar el corazón, debemos ser ejemplos en la familia, en cada esquina y en la propia vida. Y con Dios, el alma se puede sanar.
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Génesis El principio de la poesía
PoésieEn este poemario llamado el "Pentateuco del amor", inspirado en versículos escogidos de los cinco libros de la Biblia, que componen el Pentateuco escrito por Moisés, Millón Durango presenta testimonios de su rica y profunda vida personal, promesas q...