Génesis 2:15 LBLA

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"Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara"

Adán era feliz en el jardín de Edén, cultivando y cuidando con obediencia conforme a la voluntad de Dios. Se me estremece el alma pensando que debido a su desobediencia perdió el favor del Señor. Y así nació la aflicción del alma.

El Edén existe en el corazón cual perla brillante y ejemplar que incita a sanar el alma con íntegra fe.

Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Es perdiendo como aprendemos a valorar y ese aprendizaje nos ayuda a enseñar para que otros aprendan a sanar, amando.

Todos los días del año debemos proponernos amar, vivir, cantar, reír y limpiar el corazón, debemos ser ejemplos en la familia, en cada esquina y en la propia vida. Y con Dios, el alma se puede sanar.

Génesis El principio de la poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora