CAPITULO 20
No lo había sentido, pero tampoco había sentido tanto torbellino emocional desde su divorcio.
Kellan le ofreció un pañuelo y notó que ella evitaba tocarle cuando lo aceptó para llevárselo al labio herido.
-Él te ha hecho mucho daño, ¿verdad? -preguntó de pronto-. Te forzó sexualmente.
-Sí
-Entonces, ¿por qué diablos tuviste a su criatura? -exigió.
-No tuve más remedio -escondió la cara.
Kellan encendió otro cigarrillo sin apartar los ojos de la cerilla de modo que ella no pudo verlos.
-Eso forma ya parte del pasado, quiero rehacer mi vida y educar a mi hija. No le quiero como marido, créeme... No quiero volver a tener que ver nada con un hombre. Me mantendré alejada de ti con mucho gusto, pero tú debes hacer lo mismo.
-No hago tratos, cariño -levantó la barbilla.
-No soy tu cariño -murmuró.
-Solía decírtelo, ¿lo has olvidado? -preguntó con voz extrañamente tranquila-. Nunca pronuncio esas palabras sin motivo como hacen otros. Lástima que no me hayas escuchado -antes de que ella le preguntara a qué se refería, él cambió de tema-. ¿Tienes un buen abogado?
-Supongo que sí.
-Me aseguraré de que lo sea antes de que tengas que comparecer ante el juez.
-Escucha, Kellan...
-Tú eras la única que me llamabas así -murmuró fumando-. Me gusta.
-No quiero...
-Te llevaré a San Antonio en el avión y recogeremos a la niña. Avísame un día antes para que me organice.
-¿Me quieres escuchar?
-¿Qué quieres decirme?
-Puedo defenderme sola...
-Pues lo disimulas muy bien.
-¡No te he pedido tu opinión!
-¡Qué lástima! Podrías aprovechar algunos consejos. Y antes de que llegues a una conclusión, te prometo que no volveré a jugar contigo. De hecho, seré generoso y me retracto de todo lo que te he dicho desde que llegaste -apretó los labios al ver que ella estaba pasmada-. Eres como una virgen. Temes el contacto sexual y te pones nerviosa con los hombres...
-¿Has terminado ya? -la cara se le encendió más y cerró los puños con fuerza.
-Por el momento -bajó un poco más el sombrero-. No te acerques al semental -repitió la advertencia.
Dudo por un momento si se refería al caballo dentro del corral o a él mismo.