CAPITULO 11
Se echó hacia atrás con una taza de café en la mano. No estaba muy limpia porque llevaba puesta la ropa de trabajo .Su camisa estaba abierta y ________ pudo ver su bronceado y musculoso pecho.
Eso a la había perturbado de adolescente, así que bajo la vista al plato y jugueteó con la servilleta en su regazo.
-Perdóneme que no me allá cambiado -comentó él, al parecer, interpretando equivocadamente la expresión de ________ al pensar que a ella le desagradaba su aspecto-. He ido a ver al médico después de estar en el corral y estoy cansado.
-Señor Lutz, ésta es tu casa -levantó la cabeza y en sus ojos había disculpa-. No sería tan grosera como para criticar cómo vistes.
Él se la quedó mirando y ella tuvo que bajar la cabeza. Por fin, él extendió el brazo hacia el plato de carne y se sirvió, hecho que tranquilizó a su madre.-¿Cómo te mordió la serpiente, querido? -preguntó Janet.
-Quise levantar una cuerda y no me fijé dónde metía la mano.
-Debe ser muy doloroso -Janet se mordió el labio-. Supongo que no podrás trabajar durante unos días.
-Me las arreglo -la miró con frialdad-. Si me sintiera un poco más fuerte podría montar. No hay peligro, pero tengo el brazo hinchado y dolorido. Espero que no esté medio incapacitado mucho tiempo.
Janet iba a hacer un comentario, pero se obligó a callar porque nada obtendría discutiendo con su hijo.
-¿Qué haces tú ahora? -le preguntó a ________ mientras empezaba a partir la carne.
-Trabajo en una librería -levantó y bajó la cabeza porque sintió que se ruborizaba.
Kellan causaba un extraño efecto en ella, incluso después de su angustioso matrimonio.
-¿Trabajas? -le escudriñó los ojos-. Tu familia tenía dinero.
-Las cosas cambian -respondió en voz baja-. Ya no tengo dinero, soy una mujer que necesita trabajar para vivir.
-Sírvete más carne, querida -Janet trató de interrumpir.
-Se nota -comentó después de dejar el pan y de observarla con los ojos entornados-. Ya no eres la animosa chiquilla que fuiste cuando venías a jugar con mis hermanas. ¿Qué te ha pasado?
________ sintió frío porque él la observaba como un gato observa a un ratón. Se sintió vulnerable y temerosa. Años antes hubiera aceptado el reto; ya no podía hacerlo porque estaba harta de luchar y discutir.