CAPITULO 18
-¿Alguna vez te has preguntado qué sentirías si colocara mi boca junto a la tuya? -preguntó.
Las lágrimas le producían un intenso escozor en los ojos. Era fascinante sentirse así con él, desearle físicamente, a pesar de lo que Dennis le había hecho. Sintió que clavaba las uñas en los fuertes músculos de los brazos y que tiraba de él.
-Kellan -murmuró cediendo a la tentación.
-¿Qué te ha ofrecido mi madre, ________? -murmuró junto a la boca de ella.
-¿Ofrecerme? -preguntó sin comprender.
-Te ha traído aquí para mí -se acercó más-. Ya no me trae chicas mundanas, ahora me ha traído viejos recuerdos... Ella desea que me case contigo.
-¿Casarme contigo? -seguía sin comprender.
-No te hagas la inocente -la observó con severidad-. Las oí la primera noche que pasaste aquí, pero debo decirte que no estoy disponible para el matrimonio, pequeña ________... Sin embargo, si deseas jugar un poco, estoy más que dispuesto. Siempre me incitaste...
Dejó de hablar para volver a besarla, pero la ternura que ella esperó no estuvo presente. Kellan fue brusco, como si sentirla le hubiera descontrolado. Kellan gimió cuando la acercó al brazo hinchado, pero no la soltó, al contrario, fue más ardiente.
-¡No! -exclamó al sentir los fuertes latidos y la fuerza en el pecho de él y se aterrorizó-. ¡Así no! -intentó alejarse.
Kellan apretó su cadera contra la de ella y la empujó contra la áspera corteza del árbol.
-¿Qué te pasa? -la retó y dejó de besarla para observarla-. ¿Necesitas la promesa de un anillo matrimonial para que estés de humor?-la voz burlona sonó rara, al parecer habló con dificultad.
Las lágrimas acudieron a los ojos cerrados de ________. Pensó que todos los hombres eran iguales y que lo único que deseaban era el sexo.
Recordó a Dennis, que la había obligado a ceder para complacerse y se echó a llorar.
-¿Tan malo te parece esto? -preguntó con indiferencia.
-No lo deseo -murmuró temblorosa-. No quiero a nadie, sólo deseo que me dejen tranquila.
Kellan frunció el ceño y, al parecer, comprendió que ella sufría por lo que él le estaba haciendo. Hubiera jurado que al principio sí le deseaba.
Pero en ese momento, estaba muy asustada, muy tensa y completamente indiferente a él. La soltó y ella se cruzó de brazos.
-¿Por qué finges? -preguntó con tono frío-. ¿No te ha dicho mi madre por qué te ha invitado al rancho?
________ se abrazó con fuerza para protegerse de una repentina ráfaga.
-Escúchame... -la reacción hizo que su voz temblara-. He venido buscando un poco de tranquilidad y paz. No deseo ser tu esposa, ni tú amante... de hecho, ni siquiera tu amiga... ¡Nada me daría más gusto que no volver a verte!
-Entonces, ¿a qué has venido? -insistió.
-Huyo -sonrió con tristeza-. Trato de hallar el camino para que mi ex-marido no me quite a mi hija. Ella le tiene pavor y yo también... Él ha vuelto a casarse y se ha quedado con casi todo el dinero; tengo un pleito legal para que no me quiten la custodia de mi hija y es posible que la pierda. Mi hija tiene algunas acciones y Dennis quiere controlarlas.
-¿Ex-marido? -la miró como si le hubieran golpeado.