[ C A P .12 ]

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[ U N I N I C I O D E A Ñ O
 M O V I D I T O ]

[ h c / p o v ]
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[ M A Ñ A N A d e l 1 E N E R O ]

Despierto con los ojos llenos de lagañas y un ligero dolor de cabeza. Al abrir los párpados, lo primero que veo es un pecho desnudo y la cara dormida de Taeil.

Cualquiera, incluso yo mismo, pensaría que esto es incluso mejor que un sueño. Pero ver sus facciones esta mañana después de las duras declaraciones de anoche, no me está sentando para nada bien.

Me destapo y me levanto de la cama lo más silencioso que puedo. Una jaqueca fuerte me golpea al levantarme y suelto una maldición sin querer. Taeil inspira profundo, pero no se despierta. Suelto el aire que tenía contenido y salgo corriendo al baño en donde me encierro con mi teléfono móvil.

Las 9:47. Tres llamadas perdidas de Renjun, dos de Jungwoo y cientos de mensajes sin leer en nuestro grupo. Miro mi reflejo, y las remarcadas ojeras bajo mis ojos me hacen ver como si no hubiera dormido bien en una semana. Lavo bien mi cara y enjuago mi boca con enjuague bucal, pero la cara de mierda sigue ahí.

Vuelvo a la habitación y cojo mi ropa sucia de ayer del sillón. Me giro otra vez para ver a Taeil, pero la vista de su cuerpo ahí dormido aumenta mi angustia. Las palabras "hermano pequeño" inundan mi cabeza y me surge la necesidad de respirar algo de aire antes de que las lágrimas me ganen la partida de nuevo.

Abro un poco la ventana, lo justo para poder salir sin que entre mucho aire frío en la habitación. Una vez fuera, inspiro profundamente, llenando mis pulmones del frío aire de la mañana. Apoyado en la barandilla de la gran terraza, observo mi habitación desde la distancia.

Paseo un poco más por la terraza y observo el jardín de abajo. La piscina yace vacía junto al congelado paseo de baldosas que van desde esta hasta mis pies.

Continúo caminando a mi izquierda por la moderna terraza de madera oscura y plagada de árboles que no sé como se mantienen vivos.

Al girar la esquina, me sorprendo con la vista de un jacuzzi. ¿Desde cuando está eso ahí? ¿Por qué no lo he visto yo desde mi habitación?

Me golpeo mentalmente por distraerme tan fácilmente, y vuelvo a entrar. Una última mirada a Taeil, y salgo corriendo de su habitación. Bajo las escaleras con mi ropa en mano y veo a la mujer de ayer limpiando una ventana.

-Di-disculpa... ¿Me abre la puerta por favor? 

La señora, que rondará los 45, me mira y asiente.

-Claro cariño -me sonríe -¿Pero no quieres nada de comer? ¿Algo para desayunar?

-No, no, gracias, -le devuelvo la sonrisa a pesar de no tener ningunas ganas - si vivo en la casa de al lado.

-Oh, ¿usted es el hijo de la señora Lee? ¿El chico al que Taeil da clases? -me mira con sorpresa mientras me abre la puerta con la llave.

-Así es, pero agradecería que no le contaras nada a mi madre sobre est...

-Tranquilos, vuestro secreto está a salvo conmigo -pone su dedo sobre sus labios, me guiña un ojo y cierra la puerta antes de yo poder decir nada al respecto.

-Ojalá fuera esa la situación... -digo suspirando mientras cruzo su jardín de camino a la calle.

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𝖭 𝖤 𝖨 𝖦 𝖧 𝖡 𝖮 𝖱 [ taehyuck ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora