[ C A P .16 ]

1.1K 164 30
                                    

[ T A R D E  D E  C I N E ]

[ t l / p o v ]

Bajo por las escaleras con la toalla en el cuello, secando un par de gotas que caen por mi frente con la suave tela de algodón egipcio. Entro a la cocina dispuesto a comer algo después de mi rutina diaria de ejercicio. No tardo mucho en escoger una manzana del bol, me siento en el taburete que se encuentra frente a la isla de mármol claro en medio de la cocina y le doy un bocado. La fruta cruje en mi boca, y una gota de jugo se resbala por mi labio inferior, gota que limpio con mi pulgar.

Pocos segundos después entra la única dama del hogar que medianamente soporto, básicamente porque es la única que ha conseguido aguantar trabajando aquí durante tanto tiempo. Una señora que rondará los 45, con su cabello castaño recogido en un moño bajo y una sonrisa amable que no desaparece ni ante mis más desagradables comentarios. Mentiría si dijera que no tengo parte de culpa en el hecho de que la mayoría de empleados no lleguen ni al año. No todo el mundo es capaz de soportar mi temperamento. 

Mala suerte por ellos, que lástima.

La voz de la mujer suena bajita, pero lo suficientemente clara para que yo la escuche perfectamente a pesar de estar masticando.

-Pensaba que tenía algo con el hijo bonito de los vecinos...

Frunzo el ceño y le doy otro bocado a la fruta, observando a la señora que se encuentra mirando el interior del frigorífico y sacando cosas de este. ¿Yo? ¿Algo? ¿Con Lee Donghyuck? Imposible.

-Pero ya veo que no... 

Frunzo aún más el ceño si es posible, sin dejar de mirar en su dirección, todavía sin entender sus palabras, o más bien la razón detrás de estas. 

-¿A dónde quieres llegar?

La mujer, todavía sin haberse girado hacia mí, empieza a cortar vegetales para lo que supongo será la comida. Pasan unos segundos hasta que se encoge de hombros, suelta un sonoro suspiro y niega con su cabeza.

-Nada, Moon Taeil. Si no tiene nada con ese chico no debería preocuparse... no es importante.

-Ajumma, no puedes sencillamente soltar las cosas así como así y luego no acabarlas -le reprocho, algo curioso de saber ese algo que tiene que ver con Haechan.

-No sabía que fuera esa clase de hombre que disfruta los chismes.

-No tengo todo el día. -respondo con un tono tajante más propio de mí, dando otro bocado a la fruta.

-Está bien, pero sea discreto respecto a lo que le voy a contar -se gira hacía mí limpiando sus manos en el delantal atado a su cintura. Asiento expectante, esperando la noticia.

-Anoche, mientras volvía a la casa luego de sacar la basura, encontré al vecino bonito es una escena un tanto comprometedora con otro hombre.

Levanto una ceja, algo sorprendido y luego caigo en la cuenta de quien podría ser. Aprieto el puño en el que no sostengo la manzana y un leve sentimiento de ira nace en mi pecho.

-Ajumma, ¿Podría describirme al hombre?

-Hmm... -frota su sien con los dedos y vuelve a girarse hacia la encimera, dispuesta a seguir con su trabajo. -Ah... Alto, pelo oscuro y no pude ver su cara pero probablemente atractivo. 

𝖭 𝖤 𝖨 𝖦 𝖧 𝖡 𝖮 𝖱 [ taehyuck ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora