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Habia mucha gente abarrotada en las oficinas de servicios civiles de Maine.

-¿Como te sientes? pregunto milla
-Estoy nervioso, pero contento
-Me siento igual -dijo mientras reia, tomados de la mano entramos a una oficina donde habia un hombre sentado llenando hojas en su escritorio.
-Bienvenidos, tomen asiento por favor
-Muchas gracias -contesto ella
-¿Cual es su asunto?
-Queremos casarnos dije sin titubear
-Magnifico -dijo el hombre levantando la mirada hacia nosotros pero, ¿Estan seguros?
-Claro, muy seguros -dije
-Muy bien

El hombre tomo dos hojas de su escritorio y comenzo a leerlas, despues pidio que firmaramos y colocaramos datos en la misma hoja, el firmo y sello el papel que despues guardo en una carpeta delomo ancho, a simple vista lucia muy pesada, no sin antes entregarnos una copia.
-Bueno muchachos, oficialmente están casados, los felicito.
-Gracias -dijo ella con una felicidad que se marcaba en su rostro con una sonrisa de oreja a oreja.
Al salir de las oficinas regresamos al auto, ella tomó mano y me dijo.
-Es hora de que salgamos de luna de miel ¿Qué opinas?
-Vamos a Saint. Lascaux
-Muy bien

Saint Lascaux es una ciudad muy grande donde la mayor de habitantes suelen ser de origen francés, algunos dicen que es la París americana, y que es igual de romántica que la verdadera París.
Salimos directo de camino a la ciudad, al llegar lo primero en hacer fue buscar un hotel.
Oye vamos a pasear
Aparque el auto y salimos a pasear a la ciudad.
En la ciudad hay muchos museos de arte y otros cuántos de religión, además había un parque muy grande conocido popularmente por "el pulmón" donde la mayoría de parejas y menores salían a jugar, hacer deporte, pasear con la mascota, o simplemente como punto de encuentro para muchas personas de la ciudad.
En el parque también había un pequeño lago artificial donde patos y gansos nadaban. Los niños pequeños asombrados perseguían a los patos mientras estos corrían, entraban al agua y escapaban de sus perseguidores, el día era soleado, sobre el lago se levantaba un puente con muchos candados grabados con las iniciales de las personas, cerrados en algunos de los alambres de la malla de protección que tenía este para evitar accidentes.

-Pongamos un candado allí.
-Esta bien, pero, ¿Donde lo conseguimos?

Pasamos a una pequeña caseta en el parque para preguntar dónde resulta ahí los vendían, al igual que correas para perros, botellas de agua o jugo, gorras y sombrillas. entre otras cosas. Por buena suerte y buen servicio, allí mismo grababan las iniciales, Milla no conforme con las iniciales pidió que se grabarán los nombres completos, (Milla y Frank) y tampoco conforme con el puente donde algunos candados eran indistinguibles, decidió cerrar el candado en uno de los bancos públicos del parque, después de esto le pidió a un transeúnte que tomara una foto con el móvil de nosotros dos sentados en el banco donde colocó el candado. Después de visitar el parque fuimos a comer a un restaurante algo elegante, realmente nada del otro mundo sin embargo, tenia su toque. Milla estaba encantada, hace tiempo no la veía tan sonriente, al atardecer fuimos a las afueras de la ciudad, era un lugar muy verde lleno de lomas y pendientes, allí nos sentamos en el césped, mirando los edificios altos de la ciudad reflejando los últimos rayos anaranjados y rojizos del sol.

Siempre EsperandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora