Capítulo 6

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Llevo un año viviendo en Corea, durante ese tiempo había evitado un  acercamiento real con Yongguk,  por ese motivo, me es difícil entender cómo es que ahora me veo caminando a la par con ese chico de apariencia ruda pero de personalidad tranquila. Tal como había previsto, no era un buen día para mí, pese al agradable clima. Hoy he vivido un cumulo de sentimientos, algunos conocidos ya por mí, otros no tanto y para nada bienvenidos.

Caminamos en silencio, cada uno en su mundo. Yo intentando no desfallecer  por su cercanía, él, intentando no ser reconocido por alguna fan. Poco distingo su rostro bajo ese par de lentes oscuros y esa mascara que cubre sus labios. Me pregunto cómo será recibir un beso de esos labios gruesos. Supongo que muy diferente a los labios finos de Himchan. – maldito, mil veces maldito – no puedo evitar  soltar un bufido que es notado por Yongguk.

-          ¿Aun sigues molesta por el asunto con Himchan? – A penas puedo escuchar la voz de Yongguk  a través de la tela que cubre la mitad de su rostro.

-          ¿Qué? ah, sí un poco – más bien un montón

-          En verdad lo siento – baja la mirada

-          No tienes que disculparte. En todo caso tendría que ser Himchan el que se disculpe, pero sabemos que no lo hará.

-          Es muy orgulloso, pero siendo el líder es mi deber asumir la responsabilidad por las acciones de los demás miembros del grupo – si bien estoy molesta aun, son los nervios los que controlan mi cuerpo en este momento – Lo que le dijiste – siento duda en su voz – sobre… - miro su figura, podría jurar que su rostro se ha tornado rojo. No dice más, solo señala mi labio. Capto lo que intenta preguntar.

¿Qué contestar a eso? ¿La verdad? pero si lo hago, ¿pensara mal de mí? Escenas de la conversación con Zelo aparecen en mi cabeza, eso ojos inocentes me atacan de nuevo. No tengo más remedio, nunca he sido buena para mentir.

-          Si es cierto – mi acompañante se para en seco, doy unos pasos más y también me detengo, no quiero mirarlo porque de nuevo siento que seré juzgada.

Lo escucho soltar aire – lo siento, no es de mi incumbencia – da unos paso hasta ponerse a mi nivel y revuelve gentilmente mi cabello.

Me quedo estática, mi cara arde, mi corazón late aprisa, él ya se ha alejado varios pasos. Tengo miedo de moverme, de que las lágrimas salgan. Ese pequeño contacto me ha dolido, porque sé que ha sido mera cortesía, y aun sabiendo eso, también me ha hecho inmensamente feliz.

-          Oye – le oigo gritar – ¿hacia dónde hay que ir?

Alcanzo a Yongguk, señalo a la derecha. Unas cuadras más y estamos frente a mi edificio. Por educación le invito a pasar. Entramos, me quito mi chaqueta y le dejo en el brazo del sillón. El me imita. Mascara, lentes y chamarra, son dejados en la sala. Pongo la cafetera para preparar café, de reojo observo a Yongguk, que recorre mi departamento. Se para frente a las fotografías que están cerca del recibidor. Mueve su cabeza de un lado a otro, supongo que intenta descifrar de quien son las obras.

-          Son murales de Siqueiros y Clemente Orozco – digo mientras sirvo café para ambos

-          Las fotografías son tuyas – se sienta en el sofá de una plaza

-          Si, son de mi tiempo de estudiante y antes de viajar a E.U. – le tiendo la taza

-          Ah claro, olvido que no eres de E.U como Erin

Soplo esparciendo el vapor que emana de mi café.  Siempre temí platicar con Yongguk, pero inesperadamente, ha sido mejor que lo me hubiera imaginado. Ha pasado una hora y hemos platicado de muchas cosas, yo, de mi afición a la fotografía, él, de su amor por la música. Me ha contado algunas anécdotas de cuando era un rapper underground y me ha tenido que explicar lo que es. Por mi parte, le he contado sobre como decidí irme a estudiar a E.U, y como lo hice a  escondidas de mi padre y con mi madre de cómplice. El recuerdo de mi madre siempre me entristece, dejo a un lado la taza y miro a un punto cualquiera. Creo que Yongguk lo ha notado, ya que cambia drásticamente de conversación.

I Need You (B.A.P.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora