Parte 2

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Los teléfonos no paraban de sonar. Pepper tenía la mirada fija en la pantalla de su notebook. O eso era lo que hacía antes de que sintiera un estruendo proveniente de la entrada de la oficina. Fijó sus ojos grises en Tony, que había llegado con los nervios de punta. La rubia se le quedo mirando con la ceja alzada y esperando una buena explicación de porqué se encontraba hoy en la oficina.

-¿Qué haces...- intentó preguntar la rubia. Sin embargo, el castaño la interrumpió abruptamente.

-no me hagas preguntas.

Con el ceño fruncido, la alfa se quedó observando intrigada el humor del contador. Se levantó para intentar hablar con él. Estaba a punto de llegar y tomarle el hombro. Sin embargo, una fragancia invadió sus fosas nasales. Era tan penetrante que incluso atinó a taparse la nariz. Era tan poco usual el aroma dulzón en el castaño, que solo podía ser una cosa.

-Tony, tú....

El castaño la miró con pánico. No, no otro alfa no. Simplemente el mundo no podía estar confabulando contra él.

-no menciones ni una sola palabra, Potts - le advirtió Tony.

-Tony tienes que tranquilizarte

-¿Cómo quieres que me tranquilice sabiendo que tú y Steve piensan lo mismo?

-¿Cómo te diste cuenta?

-no, no me he dado cuenta. Simplemente yo no estoy esperando.

-pero Tony, es obvio. Se siente desde kilómetros.

-no, ustedes están...-dijo el hombre siendo interrumpido por algo- están...

La rubia se le quedo mirando expectante. Atenta a cada uno de sus movimientos.

-¿Tony?

-yo...

Y sin más, el castaño salió disparado hacia la puerta del baño. Virginia fue corriendo a socorrerlo. Sin embargo el portazo le llego casi frente a su cara. Curiosa ante la situación, puso su oído en la superficie de la puerta. Las arcadas no se hicieron de esperar. Y por supuesto las maldiciones provenientes del omega.

. . .

-con más rapidez chicos, el tiempo se acaba- dijo Steve sosteniendo el cronometro.

Las personas dentro del gimnasio terminaban de completar el circuito. Los hombres y mujeres sudorosos daban todo en el último minuto que quedaba. Todo terminó cuando la alarma en el cronometro se hizo presente. Las respiraciones agitadas se escucharon dentro de la sala y Steve dio por terminada la rutina.

-tómense cinco minutos de descanso.

Los presentes abandonaron el lugar para dirigirse hacia los baños. Desde un rincón de la habitación, apareció una figura que había estado observando hace un buen rato el entrenamiento.

-¿me vas a contar lo que paso en la mañana? –Preguntó la pelirroja de brazos cruzados-porque créeme que tu cara al llegar no fue una de las mejores.

Steve se volteo para observar a la pelirroja, quien lo miraba con una sonrisa un tanto traviesa.

-mejor hablemos afuera ¿sí?

-algo me dice que tiene que ver con tu querido esposo- dijo la mujer dándole unas palmaditas en el hombro.

-siempre tiene que ver con Tony- dijo el rubio abandonando el gimnasio.

La pelirroja lo invitó a sentarse en la banca que se encontraba en el pequeño jardín de afuera. Cruzó las piernas esperando a que el alfa fuera quien iniciase la conversación. No tuvo que esperar mucho para que Steve hablara.

-Tony esta en cinta.

Natasha no pareció ni siquiera inmutarse ante la noticia.

-¿Por qué no dices nada?- preguntó Steve.

-pensé que era algo más grave. ¿Es que acaso no es deseado?

-por supuesto que lo es. Cualquier hijo mío y de Tony sin importar las circunstancias, será deseado. Que sea una sorpresa lo hace distinto.

-¿entonces? ¿Cuál es el problema?

-es que Tony no quiere aceptarlo.

-¿Cómo es eso? ¿Es que acaso no lo quiere?

-no es que no lo quiera, es que simplemente niega que está en cinta.

-ohhhh, entiendo- dijo Natasha fijando su vista en el suelo- pues, tienes que demostrarle que lo está. Y listo.

-si tan solo fuera tan fácil como suena.

-tiene que hacerlo algún día. De todas formas el bebé tendrá que nacer en algún momento ¿no? Yo creo que es mejor que se haga la idea ahora de que tendrá un cuarto hijo, a que se lo haga cuando entre en labor de parto.

-mientras más pronto mejor.

-así es.

Steve suspiró cansadamente dejando su cabeza entre sus piernas. Natasha lo miraba con un poco de compasión.

-felicidades Steve. De nuevo serás papá.

. . .

Pasaron alrededor de diez minutos cuando se escuchó el pestillo de la puerta del baño siendo quitado. Pepper, completamente calmada, esperaba a Tony con las piernas cruzadas y con una taza de té de jazmín. Apenas la puerta se abrió, el castaño apareció con una cara de pocos amigos. Las ojeras se encontraban muy marcadas y unas finas gotas de sudor bajaban por su frente.

-¿te encuentras bien?

-si...-dijo Tony sentándose en su escritorio mientras se masajeaba suavemente su frente- me sentí mareado de pronto, eso es todo.

-ten- dijo la mujer extendiéndole la pequeña taza- esto te ayudara a que afirmes un poco el estómago.

El omega miró el contenido de la taza sin muchos ánimos de beberlo. El olor a jazmín se le hacia repugnante. Dejó la taza en un rincón y encendió su notebook para distraerse por el momento. Sin embargo, la alfa lo miraba exigiendo una explicación.

-si no es un bebé como tú dices. ¿Entonces qué es?

-yo creo que es una simple gastritis. Eso me pasa por comer mucho en la mañana.

-oh una gastritis- dijo la rubia con un toque de ironía- recuerdo que mi hermana también dijo que tenía una gastritis. El próximo mes la gastritis cumple 23 años.

-amaneciste graciosa, Pepper.

-¿Por qué mejor no vas donde Bruce y te quitas tus dudas?

-no, yo confió en lo que dijo Bruce hace unos años atrás. Además, tú sabes que no me gustan las visitas al médico.

-pues en algún momento tendrás que ir, querido.

Tony resopló al igual que un niño. Se negaba a creer que ella y Steve tuvieran la razón. Además, si estuviera esperando, él lo hubiera sabido primero que nadie. Lo hizo con los últimos tres.

-tranquilo, Tony- dijo Pepper acariciando el cabello alborotado de su amigo- un bebé siempre es una bendición.

-guárdate esa frase de madre chapada a la antigua para alguien que no sea yo – dijo Tony disgustado- y por favor, entiende. Es una simple gastritis.

-sí, si, como tú quieras, querido.

La mujer se marchó con una sonrisa en los labios. Era tan entretenido llevarle la contra al omega cuando sabía que era él que estaba equivocado. 


 ***

Hola de nuevo, creo que me anime a escribir esta historia y bueno, esta aquí en Wattpad. Espero que sea de su agrado y siempre pueden comentar cualquier cosa que les parezca del capitulo. 

Nos leemos. 


Cuando menos se esperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora