2. HIATUS: UNA PARTE DE MÍ [Cartas a Natasha]

29 de mayo de 1970

[Importante: Esta historia es de mi completa autoría, cualquier copia, traducción o reproducción está prohibida y será denunciada.]

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Domingo 29 de mayo de 1970, Manhattan, Nueva York.

Querida Natasha:

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que escribí para ti.

Como siempre, te repito que no es por falta de interés.

Todo lo contrario, cada día, cada hora y cada minuto estás presente en mi memoria.

Hoy me decidí a escribir porque es un día importante.

El día de hoy nació Tony.

Una parte de mi mente tenía curiosidad por conocerlo y la otra solo quería evitarlo. Supongo que se debía a algún sentimiento relacionado con el miedo de verlo y pensar que su otro yo, en ese otro mundo simplemente se ha marchado para no volver.

Finalmente Peggy me convenció que por respeto y amistad a Howard debía ir a presentar mis felicitaciones. Así lo hice y apenas llegamos al hospital nos encontramos con Daniel Souza.

Te preguntarás quién es él. Bien, pues resulta que en otra vida fue esposo de Peggy.

Sinceramente pensé que la situación se vería incomoda por esta razón, sin embargo no sentí nada. Ni un ápice de emoción. Tal vez porque es un buen hombre, agradable y respetuoso o tal vez porque si soy honesto conmigo mismo, no quiero a Peggy lo suficiente como para sentir celos por su causa.

No como ella misma, que realmente se miró molesta en cuanto Daniel nos presentó a su esposa. Actuó fría y extraña, sin embargo su orgullo le impidió abandonar el lugar y yo lejos de enojarme simplemente decidí ponerme en su situación.

Y entonces me sentí culpable.

Porque sé que si yo no estuviese en medio, muy posiblemente ellos estarían juntos. Daniel es un ejemplo de ser humano, casi no he tratado con él más allá de un saludo, muy raramente lo he visto a lo largo de los años, pero no necesito conocerlo como la palma de mi mano para concederle las virtudes de las que todo mundo habla y también para saber que en esa otra vida hizo a Peggy muy feliz, mucho más feliz de lo que yo en todo este tiempo.

Hace años te mencioné que mi matrimonio estaba acabado incluso antes de comenzar. Que chispa del amor se había apagado y tristemente se quedó ahí, ahogado en un pozo.

No sé que es lo que ata a Peggy para seguir a mi lado, pero te aseguro que no es amor. Ya no. Ese sentimiento se acabó hace años que incluso ya no recuerdo la última vez que suspiramos el uno por el otro. Sin embargo, no me atrevo a dejarla, ¿Cómo podría? Después de prometer estar juntos hasta la muerte, no puedo faltar a mi promesa aunque me cueste mi estabilidad emocional. Pero ella, ¿Qué es lo qué quiere? ¿Realmente me quiere lo suficiente para atarse a mi de por vida? Quisiera preguntar, pero me falta valentía para hacerlo.

El amor acabó. Y ahora sé que soy un completo fracasado por eso.

Le fallé a ella y te fallé a ti. Prometí ser feliz y no conseguí hacerlo.

¿Qué sigue Nat?

¿Qué debo hacer ahora?

La espera por volverte a ver se me hace una tortura.

Y ahora que me siento un fracaso solo puedo mirar a mi alrededor para caer en cuenta que estoy más solo que nunca.

¿Cuándo será el día que alguien me escuche y me permita verte?

¿Cuándo podrás estar aquí conmigo para dejar de sentirme solo?

Como siempre estaré anhelando por ti.

Te quiere y extraña ahora más que nunca.

Steve.