7.Azul 2/2.

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Advertencia: Escena sexual!

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Advertencia: Escena sexual!

(No se preocupen que no es así bien hard uwu)

Sus ojos se abrieron finalmente, el ruido del metal le había irrumpido el sueño, estaba asustado, un guardia de la realeza estaba abriendo la cerradura, no venía solo.

Se sentó sobre el piso de piedra con rapidez y luego se puso de pie mientras su espalda tocaba a la pared, esperaba recibir gritos e insultos como antes, pero ninguno de ésos hombres lo hizo, ni siquiera entraron a la celda.

Sus ojos se abrieron aún más al ver su perfecta piel albacea  en combinación con aquellos cabellos de oro y ésos ojos azules que contenían ésa dulce belleza caótica que aveces comparaba con el mar.

Un Axl bastante nervioso hizo una reverencia exagerada y recibió una pequeña risa enternecida que le hizo erguirse nuevamente y al ver sus dientes relucientes entre sus labios  rosados el también sonrió, su belleza era infinita.

—No tienes que hacer éso Axl... ¿Quieres venir?— El pelirrojo asintió y salió por la puerta abarrotada justo tras los pasos del príncipe.

Silencioso y nervioso, no se atrevía ni a respirar muy cerca suyo, temía tanto de estar con él, y a pesar de éso era un sueño cumplido.

Era bastante tarde, Axl lo pudo notar con la falta de personal en los pasillos y la inminente oscuridad por todas partes, Kurt no había dicho nada más desde que estaban en las mazmorras, sólo caminaba en silencio y sostenía una lámpara que les iluminaba el camino y Axl no desconfiaba de nada, le seguía ciegamente, compartiendo el mismo silencio.

De repente sintió como se abría una puerta frente a ellos y aún así no alzó su cabeza, sólo siguió el mismo paso, cuando pasó por el umbral, ésta se cerró tras él, Axl supuso que era obra de los guardias que le custodiaban. Cobain caminó por el lugar y el pelirrojo pudo darse cuenta que eran sus aposentos; siguieron de largo, el lugar era extenso y pronto se encontraron frente a otra puerta, la luz era más tenue, el ambiente se sentía más íntimo.

Con una señal del príncipe, las doncellas que se encontraban en el lugar salieron, y mientras éso sucedía, Axl observó el lugar. Era una fuente bastante grande, con una arquitectura bellísima y colores dorados que hacían del lugar algo mágico, el había escuchado del ése sitio, era el lugar en el que el príncipe se bañaba, pero no se imaginó que podía ser real. Con vergüenza notó la desnudez del joven de la realeza y entonces desvió la mirada a los candelabros de oro que pendían del techo, fue como eternidad para su cuello que empezó a doler por la posición, pero él se negó bajar la cabeza, porque la sensación de calor que se adueñaa de su cuerpo al recordar ésa piel albacea y tersa de su espalda y de su trasero, no podía manejarla y mucho menos eliminarla.

—¿Alguna vez vas a bajar la cabeza?— La pregunta fue suficiente para que Axl lo mirara y éso fue suficiente para que volteara su cabeza a otro lado —Desvistete y entra al agua.

𝙀𝙙𝙞𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨 𝙆𝙐𝙍𝙏𝘼𝙓𝙇 𝙪𝙬𝙪 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora