Gemelos Haddok Abadejo- Como entrenar a tu dragon

El amor...

La fiesta termino alrededor de las cuatro de la madrugada. Mope se habia puesto hasta el tope de borracho y apenas recordaba lo que habia succedido. Despertó arriba de una mesa en el gran salon, todos estaban dormidos de una manera muy incomoda y graciosa, aunque la mayoría se habían ido a sus cabañas.

Se encontraba pegostioso, sudado y despeinado. Al levantarse sintió un fuerte dolor de cabeza. Recuerdos venían de forma fugaz, estaba bailando con Heather y de repente... ¡Se besaron! Era su primer beso y el lo había empezado. Lo demás era demasiado borroso como para poder recordarlo con nitidez.
Angustiado fue a tomarse una ducha, su padre le habia dicho donde estaba su cabaña y tambaleándose llegó hasta ella, al entrar escucho a Hipo y Astrid desayunando —Buenos días, tórtolos.

—¡Mope! ¿Como estuvo la fiesta? te vez...

—Horrible— Termino Astrid sin pelos en la lengua— Parece que se divirtieron lo suficiente.

—Fue mi primer borrachera, ya se imaginaran...

La pareja siguió desayunando y conversando de cosas triviales. Después de ducharse y descansar un rato mas, Mope fue a buscar a Heather para resolver sus dudas.

—Ho-hola Heather. Como... ¿Como te la pasaste ayer?— Pregunto nervioso, evitando el contacto visual. Mope no se consideraba tímido, pero apenas pisaba el terreno del "amor" las mujeres fácilmente lo intimidaban. Si bien iba a buscar compañía de las féminas siempre terminaba escapando de ellas por el temor de no saber qué decir o hacer.

—Creo que ha sido una de las mejores noches de mi vida— Se sonrojo levemente, haciéndose a un lado— Pasa. Dagur no está.

El castaño hecho un rápido vistazo al interior de la morada, estaba muy ordenado y limpio. Se sentó a un lado de Heather, tenía que ser preciso con sus palabras, no quería he charlo a perder— Aún no puedo creer lo qué pasó, ese beso...

—Pensé que estabas demasiado borracho para recordarlo...— Heather pasó un mechón de su cabello por la oreja.

—Solo recuerdo lo más importante —Sus nervios habían desaparecido, tenía que aprovecharlo de la mejor forma posible —Heather se no tenemos mucho de conocernos pero eso no es impedimento para decirte que me gustas... me gustar mucho, Heather. Y si me das la oportunidad de ganarme tu confianza

—Tu también me gustas, Mope— El castaño se quedó perplejo, sin saber cómo actuar— ¿Ya has teñido novia antes?— Pregunto curiosa.

—Nunca me he enamorado, Heather. Todo esto es nuevo para mi... — El castaño respiró profundo, quería ganarse el corazón de la pelinegra y tenía el plan perfecto para hacerlo—¿Estás desocupada mañana? Pensaba qué tal vez podría preparar algo de cenar...

Heather asintió con una sonrisa de par en par. Le agradable como iban las cosas—Claro ¿A que hora?