Gemelos Haddok Abadejo- Como entrenar a tu dragon

Los salvadores

Pov de mope:

Me separe de los demás para atacar los barcos más alejados. Me aseguraría de no dejar o a flote ninguno, no despues de saber sus intenciones.
Todo iba bien, muy facil a decir verdad... Spaceus esquivaba todo lo que nos lanzaban hasta que un dragon con armadura le disparo, trato de esquivarlo pero eso hizo que el impacto llegara en su ala derecha. Sin reparo empezamos a decender, le era imposible volar en esa condicion.
Caimos en uno de los barcos, el penultimo para ser exactos. Saque rapidamente mi arma pero en cuanto me di la vuelta vi como dormian a spaceus, ahora estaba solo alrededor de 10 vikingos apuntandome con sus hachas y espadas.
Odiaba encontrarme en esa situacion, odiaba rendirme, mi familia estaba por fin unida para que yo lo terminara hechando a perder...
Tome valor y ataque al que estaba mas cerca de mi, al otro lo use como escudo mientras abatia a otro mas, estaba seguro de que podría con ellos hasta que me golpearon con el tallo de una hacha, lo ultimo que vi fue a mi querido dragon spaceus.
Desperte vendado de los ojos y amarrado. No sabia donde estabamos pero sabia que estaba derrotado.
Alrededor de una hora me quitaron la venda. Busqué a Spaceus con la miradapero era inútil, alrededor de había más celdas y todas estaban vacías ¡¿Donde demonios estaba mi dragón?!
Pasaron horas hasta que a duras penas me dieron un poco de agua limpia, fui ingenuo pidiendo comida también, a cambio recibí una bofetada dolorosa.

—¿Quieres comida? Ruega por ella —El señor me escupio en mis zapatos, como me dieron ganas de golpearlo.

—¿Que haremos con el?—Pregunto una mujer demaciado musculosa para mi gusto— Es el hijo de Estoico. Debe valer una fortuna...

— Piensa un poco estupida ¿De que sirve regresarlo y obtener una simple cantidad de dinero cuando podemos tener algo mucho mejor?

—¿De que demonios hablas? ¡Destruyeron todas las tropas! ¡MORIREMOS DE HAMBRE! ¡Con lo que vale el chico podemos sobrevivir a lo mucho un año!

—Escúchame bien. Lo llevaremos con Grimmel, sabrá lo valioso que es y nos recompensará mejor, no solo nos dará dinero, si no también reputación. ¿Sabes los trabajos que nos dará aquella reputación?

Al escuchar eso trage saliva, ya tenían un Olán para mi y no se escuchaba nada bien. No me sonaba ese nombre, nunca lo habia escuchado. No tenia miedo pero sabia que tarde o temprano todo empeoraría, tenía que hacer algo para escapar ¡Al menos tenía que intentarlo! ¿Que haría mi madre en este momento?...

Pasaron las horas, los dias, una semana, dos meses, hasta que perdi la nocion del tiempo. Nunca desistí a mis inútiles intentos, fingía enfermedad, fingía cooperación, logré salir de aquella jaula para dragón un par de veces pero siempre regresaba a ella. No importa que hiciera, esos bastardos siempre me chantajeaban con mi querido dragón. Lo tienen a su merced y se de lo que son capaz.
Me alimentaban peor que a un animal domestico, no podia nisiquiera protestar por lo debil que estaba. Al ver como el cielo se oscurecía una vez más cerre los ojos cansado, esperando dormir mejor que ayer pero gritos de advertencia me pusieron en alerta, los disparos no tardaron en escucharse, así me era imposible dormir.

Me reincorpore de un salto al darme cuenta ¡Habian llegado por mi! Senti un gran alivio al ver desde mi celda como el barco de alado se hundia.

—¡JA! Púdranse malditos inútiles!–Empezo a reir como desquiciado, adoraba verlos correr de un lado a otro. Termine de burlarme en cuanto mi estómago me hizo retorcerme en dolor.

En eso llegaron dos vikingos para escoltarme arriba, al parecer querian negociar—Tenemos a este jinete, a un dragon hibrido y un cremallerus. Tomenlos y largense de una buena vez—Grito el mismo hombre que me habia abofeteado, supongo era el lider de esa pequeña tropa.

Por detras unas garras me tomaron por los hombros, mire hacia arriba y era la misma chica que me atrapo cuando conoci a hipo, que coincidencia...
Su dragon empezo a escupir fuego al ultimo barco que quedabada— ¡Mi dragon sigue ahi!—Grite con enfado.

—Te vez terrible— No pude evitar avergonzarme de mi aspecto, de solo imaginarme me daba asco— Relajate un poco, tu dragón está a salvo con mi hermano dagur—Su dragon me tomo con la cola y me puso detras de la pelinegra—Creo que es buen momento para presentarme, soy heather, mucho gusto—Me extendio su mano y yo se la estreche, esa chica me causaba un presentimiento... extraño. Tenía una cicatriz en el ojo que me causó cierta curiosidad, la última vez que la vi no la tenía.

Tosí tan fuerte que sentí mi garganta arder, me sentía tan débil que apenas podía hablar— Soy Mope, pero creo que eso ya lo sabías— No quería toser frente a ella, así que hice mi mejor esfuerzo con contenerme —Gracias por lo de hace rato... por salvarme a mi y a mi dragon.

—No hay de que, por cierto, ¿puedes hacerte un poco mas... atras?—Volteo a verme, estaba sonrojada—Creo que estás más cerca de lo normal y me gusta mantener mi espacio personal ¿Sabes?

Al verla asi yo tambien me sonroje por instinto—Oh si si claro, perdona...

Paramos en una gran risco donde su hermano dejo a mi dragon para que lo montara en cuanto mejorara, pero al ver su demacrado aspecto dude que pudiera hacerlo. Si yo la había pasado mal... no podía imaginarme cómo la había pasado Spaceus.

—¿Y bien? ¿Nos vas a contar que paso o que?—Pregunto dagur poniendo sus manos en su cadera.

—¡Dagur, por Odin lo tenían de prisionero!— Bajo de su dragón para buscar algo en una de sus tantas bolsas— Mope tomate el tiempo que quieras para contarnos qué pasó. ¿Que te parece si nos lo dices en nuestra isla?— Me pasó un caldero de agua que no dude en acabarme— Debes estar cansado y hambriento...— La ojiverde me dedico una sonrisa, sin duda era mas agradable que su hermano— ¿Entonces que dices? También te podemos llevar a Berk pero el viaje es muy largo y cansado...

—A donde ustedes me gusten llevar, no quiero ser una carga para ustedes, así que si van de regreso a su isla por mi esta perfecto— correspondí con media sonrisa, el agua me había sentado de maravilla, a fin podía hablar con facilidad.