Capítulo. 3. Inicia la busqueda.

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Después de hablar con mis padres coincidimos en que era importante que yo fuera a Japón. Decidimos esperar hasta que terminara mi Secundaria, entonces en las vacaciones, iría a Tokyo. Iba a tener dos meses para encontrar a mi familia. Viviría con Hana, mi hermana mayor, y en cualquier caso que mi vida corriera peligro debía dirigirme a la embajada de mi país.

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Al llegar a Japón, Hana me recibió con un saludo a la japonesa. En donde vengo los abrazos están a la orden del día, más aun entre familia. Eso me entristecio un poco.

-Ve acostumbrandote.- Eso me dijo para luego dirigirnos a casa.

Se trataba una de esas casas tradicionales japonesas, se veia imponente, aunque en realidad no era tan grande como las que se ven en las películas. Por lo que tengo entendido le fue heredada a nuestra madre por sus padres.

Me instale en una de las habitaciones, y en poco tiempo ya estaba investigando en las redes. No saldría sin indagar todo lo que sucedia en Tokyo. Además, no conocía nada del lugar, lo mejor era que Hana me acompañara. Pero por hoy parece ocupada.

Mire muchas veces el album, una y otra vez. Memorice los rostros lo mejor que pude. Por lo visto por parte de padre tengo el cabello oscuro, pues todos los pelinegros se situaban detras del hombre mas joven, y por mamá lo tengo ondulado. No habían muchos niños o personas jovenes. Solo mis padres, yo y otro niño con gafas. En una de las fotos aparecía al lado de mi madre. ¿Sería otro hijo? ¿O sería su hermano?

Bueno debía seguir recopilando informacion sobre la actualidad de Tokyo, no quiero meter la pata. El idioma no es problema, al tener una madre con descendencia japonesa. Pero podia ser peligroso si esos agentes del CCG me descubrían.

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Han pasado cuatro días, y Hana no tiene tiempo para ayudarme. Siempre esta trabajando o estudiando, se que la vida de aqui es diferente, pero se suponia que ella me ayudaria. Soy un poco tímida, para agravar la situacion, por lo que me llevo hasta hoy decidirme definitivamente. Tengo que salir. Tengo un mapa y ya marque algunas zonas, cafeterías, restaurantes, lugares publicos, a los que puedo ir a preguntar y enseñar fotos.
Antes de salir me tope con Hana en el comedor y le hice la pregunta que hacia mucho me intrigaba.

-¿Tú lo sabias?- Ella me miro con el rabito del ojo. Asistió.

-Era pequeña, pero lo recuerdo perfectamente.- Diciendo esto se levanto. Pero antes de irse habló. -Tus ojos siempre me asustaron.

-Hana...

Solo salio de la habitación. Eso explicaba porque fue siempre tan fría conmigo. Me entristece un poco, pero no me desanime. Me obligue a sonreír para mi misma. Hoy comenzaría mi búsqueda real, una búsqueda de campo. Encontraría a mi familia real. Lo juro.

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Han pasado dos semanas y nada. Solo un anciano que decía conocer al que sería mi padre, este me dio una dirección. Me senti muy esperanzada. Pero, ese pobre anciano probablemente ya esta perdiendo la memoria. El lugar al que llegué era una casa en ruinas. Aun así, no deseche la dirección, sino encuentro más nada esa será mi única pista. Sorbi otro poco de café y continue mirando el album. Me había mantenido mostrando la imagen en que salía mi padre, a sabiendas de que mi mamá era una ghoul. Pero, al parecer debo cambiar la estrategia.

Pedí otro café y me concentre en poner la foto de mi padre dentro del album y sacar la foto en que salía mi madre con un niño a su lado. En esta ocasion un chico me sirvió el café. Era guapo, tenía el cabello castaño claro y usaba gafas. Lo mire disimuladamente, el le presto gran atención a la fotografía en mis manos. Aun cuando se retiro me di cuenta que también me miraba.
Cuando pedi la cuenta para irme fue una chica de cabello  violeta la que me atendio. Me retiré y decidí tomar un atajo a casa. Si no me apuraba se me haría de noche.

-Bueno, bueno...¿adónde va la señorita?

Intente ignorarlo. Debía ser un borracho. No quiero retrasos innecesarios.

-Vamos. Miraste bastante en el café...

Miré por encima de mi hombro. Solo divisaba una sombra. Se estaba haciendo tarde, ya casi no se veía el sol y yo estaba en una zona poco transitada.

-¿Por qué no te das la vuelta y dices quién realmente eres?

Me vire y vi que era el chico que me atendió en el café. Definitivamente estaba asustada. Ese chico me estaba siguiendo.

-¿Qué deseas?- Dije para no ser mal educada, aún así me preparé para salir corriendo.

Me sonrió con maldad por un momento, luego su mirada se volvió seria y me pregunto.

-¿Quién eres niña?

-Disculpe, pero eso a usted no le importa...

No le diría mi nombre a un desconocido. Desde que llegue a aquí he tenido suerte. Los agentes del CCG me ignoran y no me he topado con ningún ghoul. Le desearía una buena noche y me iría.

-Que tenga una buena...- No pude terminar de hablar. Me estrello contra la pared. A penas se divisaba un rayo del sol.

-¿Quién eres? ¡¿Por que tienes una foto de ella?!

-¿A qué...- No podía hablar me agarraba del cuello y apenas me dejaba respirar.

-¡¡Responde!!!

¿Foto? Él miró la foto. ¿Ella? ¿la mujer? Mi madre. ¿Acaso...? Escuche un sonido y mire sus ojos. Era un ghoul. Vi que saco esas armas que utilizan los de su especie. Creo que se llaman kagunes. Me estaba amenzando. Me mataría. Moriré si no hago algo ya.

-¡Espera! Yo soy una de los tuyos...- Me miro sin entender bien...-Soy medio ghoul.

Pense que me dejaría en paz y hablaría civilizadamente conmigo. Pero no.

-Entonces te despedazare hasta que respondas mi pregunta.

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