Capítulo 3

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3. no te olvides también sos parte de este monopolio

Guardé una gorra que estaba en mi mesa de luz y cerré la mochila. Revisé la hora y como vi que tenía tiempo para boludear, salí a buscar a alguno de los chicos. Pasé por la habitación de Valen y golpeé varias veces hasta que saliera, pero no hubo caso.

-Si estás buscando al wosito, dejame decirte que no está ahí.-Se asomó Replik por detrás mío señalando la puerta.

-¿Y no tenés idea de dónde está?-Pregunté mirándolo a los ojos. Solamente sonrió levantando los hombros sin dar respuesta alguna.

Le devolví el gesto y me fui a buscarlo, ahora sí quería contarle lo que había pasado con Mateo. Tomé el ascensor obligándolo a ir hacia la planta baja, y al llegar lo encontré con el celular mientras tomaba algo.

Me acerqué y corrí la silla para sentarme frente a él.

-¿Qué necesitas?-Dijo mirando el celular.

-Tengo que contarte algo.

Soltó el teléfono y se acomodó para escucharme, atormentándome con sus ojos azules. Brevemente le conté lo último ocurrido con Matu, y se tomó unos minutos para analizar todo lo ocurrido. Después de sentarse derecho, mirarme con seriedad y entrelazar sus propias manos, soltó:

-Te quiere coger.

Revoleé los ojos para después soltar una carcajada. Valen también se rió, pero después volvimos a lo que nos competía, ahre.

-Hablando en serio, fijate qué onda con el wachin. Es copado, buen pibe y me gusta para vos.-Dijo guiñándome un ojo.

-No va a pasar nada Valen, es re imposible para mi; además no siento nada por él.-Estaba un poco insegura con lo que decía y mi amigo se dio cuenta al toque. Mateo nunca despertó nada en mi porque nunca me demostró interés (de la forma romántica, claramente), y yo tampoco lo vi con otros ojos. Eso creía hasta ese momento.

-Creé lo que quieras, pero no te cierres. Mirate un poco a vos misma y fijate qué querés, no te va a venir mal. -dijo y sonreí.

Nos levantamos para ir a nuestras respectivas habitaciones y buscar nuestras cosas, ya que vimos que de a poco los chicos empezaban a bajar por el ascensor con sus mochilas. Apenas se detuvo el ascensor, salí en busca de mis cosas y volví con mi mejor amigo hasta donde estaban los demás competidores.

-¿Listos, muchachos?-Dijo Misionero y todos asintieron.-Y muchacha, perdón.-Dijo a lo que reímos todos mientras yo asentía.

Una camioneta negra nos esperaba en la puerta del hotel para llevarnos al aeropuerto. Una vez dentro, cada uno eligió un lugar y yo me senté al lado de Valen. El viaje fue divertidísimo, los chicos iban gritando o haciendo jodas entre ellos y cada vez el ambiente se ponía un poco más turbio. Los amaba con mi alma.

Con mi mochila colgada en el hombro, salí de la camioneta para entrar al aeropuerto. Esperé a los chicos y caminamos juntos hasta unas sillas.

(...)

Llegó la hora de subir al avión y me sentía sofocada. No viajaba casi nunca, pero no era de ser tan cagona; aunque esa vez me falló mi costumbre. Entramos y nos fueron asignando los asientos a cada uno y me sorprendí cuando vi quién se sentó a mi lado: Mateo.

Lo miré y le sonreí mientras él acomodaba su mochila. Tenía unas bermudas negras y un buzo amarillo de adidas, con unas zapatillas blancas. Amaba cómo se vestía. Me devolvió una sonrisa y se sentó pasando un brazo sobre mis hombros.

-¿Tas re cagada no wachina?-Dijo e intenté disimular que no, pero fue al pedo.

-No tanto igual, o bueno capaz que sí.-Rió.-¿Vos?

-Naa, estoy re bien.

Reí y comenzó a hablar la azafata indicando que el avión estaba por despegar. En ese momento, los nervios se apoderaron de mi, pero pude relajarme; cosa que mi compañero no. Me giré a verlo y estaba tenso, tenía los ojos cerrados y las manos agarradas al asiento. Me reí un poco y le agarré la mano entrelazándola con la mía y la apretó con fuerza. Después de unos diez segundos, el avión estaba estabilizado y ya estaba todo tranquilo de vuelta.

-Al final no estabas tan bien como decías, eh.-Dije riéndome.

Se rió y noté que nuestras manos seguían entrelazadas, lo cual no me molestaba. Teníamos una hora hasta llegar a Buenos Aires y no tenía mucho entretenimiento, así que recosté mi cabeza en el asiento mirando por la ventana, aunque solo veía nubes.

Sentí que la mano de mi compañero soltaba la mía, y me giré a verlo mientras estiraba sus brazos. Al terminar, me miró y se arrecostó encima mío, haciéndome reír.

-Voy a tener que empezar a cobrarte por usarme de cama.

Apoyó su cabeza y uno de sus brazos sobre mis muslos y se quedó dormido. Lo acaricié con una mano mientras con la otra usaba el celular, chusmeando las redes sociales.

-Ah bueno.-Escuché a mi mejor amigo decir.

-¿Por qué se retira del juego?-Dije acordándome de la rima de Dani, provocando su risa.

-Después me vas a explicar todo eh, no te hagas la boluda.-Dijo Valentín. Me reí pero traté de controlarme para no despertar a Mateo, sí, esto soy.

Estuvimos así todo el viaje hasta que llegó la hora de bajar.

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AY perdón por tardar tanto, tuve mil cosas por el colegio y no llegué a subir el capítulo pero acá está :D espero que les guste, nos leemos en el próximo bebetxs ;)

highlighter ; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora