POV NATALIA
Mikel y Miki estaban retenidos por el dueño del local hasta que llegase la policía. Mientras, María y yo nos fuimos yendo a su casa.
-Natalia...cariño porque no nos lo habías dicho antes-dijo ella con tristeza.
-Porque tenía miedo-empecé a llorar de nuevo.-Tenía miedo de lo que me pudiese llegar a pasar.
-Nos lo tenías que a ver contado antes y así hubiésemos ido a denunciarle y te hubiésemos sacado antes de este infierno.
-Tienes razón, pero no me atrevía.
Me abrazó y fuimos así todo el camino de vuelta a su casa.
Una vez que llegamos a su casa me ofreció algo de ropa cómoda.
-Toma, ponte esto para estar más cómoda.
Me dio una camiseta y un pantalón ancho.
-Gracias.-conteste con una sonrisa, aunque me costó mostrarla por todo lo que me había pasado ese día.
-Te puedo preguntar por qué esta tarde no has venido con nosotros al orgullo de Madrid??-se hizo un silencio algo incomodo.-Bueno si no te sientes preparada para contarlo no hace falta que me lo cuentes.
-No, te lo voy a contar.
Le narré todo lo que me ocurrió con Mikel esa tarde, todo lo que dijo sobre el colectivo, el castigo que me impuso, como me escape...
-Menudo hijo de puta.-Respondió María cabreada.- Ese castigo ya te lo había puesto más veces??
-Sí- respondí mientras me secaba algunas lagrimas que caían sobre mis mejillas.-Pero ha habido castigos peores.
Decidí que este era el momento indicado para contarlo, ella me podría ayudar a salir de este infierno.
Iba a contárselo pero justamente llamaron al portero.
-Será Miki.-dijo María mientras se levantaba a abrir.- Es Miki. Ahora nos contara que ha hecho la policía con Mikel.
Apareció Miki por la puerta bastante cabreado. Eso no me daba buena espina.
-Que ha pasado??- preguntó María con preocupación.
-Han dejado suelto a ese gilipollas por falta de pruebas.
-Qué??!!- dijimos María y yo al mismo tiempo.
Cuando Miki soltó esas palabras por su boca, sentí que se caía el mundo encima mía. Empecé a hiperventilar a causa del miedo que me provocaba que Mikel estuviese suelto. Seguro que venía mañana y me mataba. Él sabía dónde estoy, ya no valdría la pena denunciar, seguro que mañana cuando saliese por la puerta, él estaría abajo esperándome para matarme.
-Natalia, Natalia, cariño...-decía María mientras me agarraba los hombros.
-Respira suave...así- decía Miki mientras imitaba el gesto.
-Me va a matar...- lloraba todavía con más fuerza.
-Shh- me decía Miki mientras me abrazaba.
-A ti nadie te va a matar, porque si no primero me tendría que matar a mí.-Decía María.
-Natalia, a ti nadie te va a hacer nada.-me dijo Miki.
Nos fundimos en un abrazo los tres mientras me calmaba un poco.
-Oye Miki una pregunta, ¿Cómo es que le han soltado por falta de pruebas? Si había testigos que habían visto como me agarraba del cuello.
-Sí, pero justo en el momento en el que llegó la policía el dueño había desalojado a todo el mundo de allí.
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CAMINOS
RomanceNatalia, una joven bombera con talento que se cruza en el camino de Alba Reche, una joven estudiante amante del arte. El problema es que en el camino de Natalia hay una piedra gigante llamada Mikel, el cual es su actual pareja y el que le hace la v...