CAMINOS

capitulo 8

POV MARINA

Era la una de la madrugada. La Rafi estaba durmiendo sentada en la silla de la habitación con la cabeza apoyada en la pared roncando como un león cuandode repente  el médico interrumpió en la habitación con Alba sedada en una camilla.

-Hola, buenas noches .- dijo el doctor.

Me desperté de golpe y vi que el médico llegaba con alba.

-Hola, como está??-pregunté medio dormida.

-Bueno...Está bien, no es muy grave. Tiene quemaduras internas, pero no son graves. Se pondrá bien, habrá que inyectarla unos médicamentos. Mañana por la mañana vendré para decírselo a ella y a tu madre y le pondremos los medicamentos.

-Vale,gracias doctor.

La Rafi seguía durmiendo plácidamente ajena de que su hija y el médico había llegado con "buenas noticias".

Me salí a la sala de espera para llamar a Natalia.

POV NATALIA

Estaba en mi habitación durmiendo hasta que el teléfono interrumpió mi llamada.

-Marina!! Cómo está??

-Buenas noches a ti también Natalia.

-Buenas noches, cómo está??

-A ver...-ese "a ver" no pintaba muy bien y me preocupé.

-No...No...

-Natalia, déjame que te lo explique. A ver, tiene quemaduras internas.

Se calló el mundo a mis pies, me derrumbé. No podía ser, otra vez no. Ya perdí a un compañero el mes pasado por quemaduras internas. No me podía pasar esto otra vez. No con aquel ser de luz del cual me había enamorado ciegamente.

Se me escuchaba llorar al otro lado de la línea.

-Natalia, escúchame por favor...-decía Marina.

-Se va a morir...-dije yo llorando cada vez más fuerte.

-No, no se va a morir.

-Como que no, la mayoría de las personas se mueren.

-Pero mi hermana no es de esa mayoría Natalia. El médico ha dicho que no son graves y que se recuperara.

-Enserioo...-dije más animada.

-Sii.

-Jo, gracias Marina por avisar. Mañana por la mañana voy.

-De nada. Hazme un favor y descansa.

-Valee. Tú también descansa.

Nos despedimos y colgué el teléfono. Fui al baño a lavarme las lágrimas de dolor que cambiaron a ser lágrimas de alegría que caían sobre mis mejillas.

Volví a la habitación y estaba Sabela despierta.

-Todo bien??-me preguntó.

-Sí, tiene quemaduras internas pero nos son graves.

-Menos mal.

-Pues sí, porque acuérdate de Ángel.

**Estábamos dentro de aquel restaurante completamente incendiado. Miraras por donde miraras solo veías llamas.

El teniente Ángel Martínez escuchó un llanto que procedía de la segunda planta, sin pensárselo dos veces subió el solo sin esperar a ningún compañero.