NATASHA Y ALLANA iban camino al centro comercial, mas por insistencia de la pequeña Stark ya que la rusa ya tenia lo que iba a ponerse esa noche en la fiesta.
Como siempre el par de bellas mujeres captaba la atención de la gente.
-¿Que opinas de este?- pregunto la castaña saliendo del probador, aunque toda la ropa le quedaba bien Nat negó levemente.
-No es muy tu estilo.- contesto la pelirroja dándole una mirada rápida.
-Entonces elige tu uno que te agrade y yo me lo probare.- Nat sonrió contenta, ese era su plan desde el inicio, Allana seria su muñeca personal.
Dieron una vuelta por la gran tienda y Lana comenzaba a arrepentirse pues Nat cargaba unos ocho vestidos y parecía no querer detenerse, aunque era verdad que Allana adoraba ir de compras la extraña euforia de su amiga le hacia temer por su vida.
-Nat tómatelo con calma.- dijo Allana bebiendo un sorbo de su café helado, tenia una extraña adicción por aquella bebida.
-Te dije que yo me iba a encargar de que corrompieras la santidad del capitán referencias, y eso voy a hacer.-
La determinación del tono de su voz era palpable pues cuando algo se le cruzaba en la mente a Natasha Romanoff no había quien la hiciera cambiar de opinión.
- Ahora entra en ese probador y pruébatelos todos- dijo mientras empujaba a su amiga dentro, dejándola con la palabra en la boca.
Después del quinto vestido, Allana comenzaba a impacientarse pero supo que ese seria el que compraría cuando se miro al espejo, acentuaba sus curvas y era seductor a la vez. Justo lo que buscaba.
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-¡Lo sabia!- dijo la pelirroja para después silbar en cuanto la vio salir, le tendió una caja con un par de tacones mientras se dirigían a la caja a pagar.
El viaje de regreso a la base fue puras risa y diversión de parte de las vengadoras.
Las increíbles voces de las chicas de Little Mix al ritmo de Bounce Back resonaba por los altavoces mientras Allana conducía el costoso auto que había tomado "prestado" a su hermano.
-Ya te digo yo que tengo un don para eso-
-No te creo- contesto Nat tratando de contener las risas soltaba sin mas.
-Si lo piensas, ¡tiene toda la lógica del mundo!- Aseguro Lana.
-Ese es el problema Lana, lo mas probable es que tengas razón y no entiendo como demonios le hiciste para calcular el tamaño de mini Thor.-
-Que te digo querida, algunos nacemos con un don.- hablo Allana con su típico tono arrogante mirando de reojo a Nat, hasta que no aguantaron mas y soltaron la carcajada.
Aparcaron en el estacionamiento cargadas de bolsas
Abriéndose las puertas del elevador pudo ver como Pepper se encargaba de la organización del salón donde se llevaría a cabo la fiesta, al otro extremo se encontraban los chicos.
