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LA TORRE STARK SE LEVANTABA IMPONENTEMENTE FRENTE A ALLANA, estaba en casa y no podía creerlo, aunque algo había cambiado. Resultaba que ya no era su apellido el que resaltaba en el edificio ahora era solo una gran A, lo que hizo que la única chica frunciera el ceño confundida. Entro a toda prisa al establecimiento, la secretaria intentó detenerla pero Allana conocía el lugar de memoria. Se escabulló tan rapido que apenas Happy había sido informado de un intruso en el elevador, ella ya subía al último piso de la Torre.
—Señorita Stark— una voz peculiar resonó en sus oídos. — Hola Jarvis, siempre es un placer oírte— la inteligencia artificial le recordaba al hombre cuál nombre tenía en honor, un padre y compañero para ella, la nostalgia era inevitable, extrañaba a Edwin Jarvis. —Lo mismo digo señorita, ¿quiere que informe a su hermano de su llegada? —Prefiero darle una sorpresa— sonrió divertida. Su hermano mayor la había enviado a Londres cuando había declarado ante los medios que era Ironman, "es peligroso para ti Lana banana" le había dicho, desde ese entonces no se habían vuelto a ver.
...
Mientras tanto Tony se encontraba en la sala de estar, del apartamento de los vengadores todo el equipo estaba ahí, además de Pepper. —Tony, me informan qué hay una chica que preguntó por ti en el elevador, esta furiosa. No pudimos detenerla.— había hablado Happy por el sistema de seguridad.
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—¡Tony!— masculló Pepper molesta, hacía años que los ligues del millonario habían desaparecido, pero anteriormente era Pepper la que siempre lidiaba con las conquistas del hombre. El equipo miraba con atención a la pareja y de vez en cuando posaban su mirada en el ascensor expectantes por la llegada de su invitada.
—¡Anthony Edward Stark! ¿Podrías explicarme por qué le cambiaste el nombre a la torre sin preguntármelo primero?— hablo la chica molesta, aparentemente no había notado la presencia de los héroes pues estaba muy ocupada reclamándole al hombre de hierro.
—¡Allana!— exclamaron con sorpresa tanto Pepper como Tony. — Creía que estabas en Londres— susurro Tony aquello siendo apenas escuchado por los presentes.
