Capítulo 2

2.6K 349 46
                                    

Estabas haciendo tu patrullaje de rutina desde que la asociación de monstruos apareció, saludabas a un par de personas, te sacaba fotos con otras y hacías reír a los niños con tus poderes dándoles de obsequio una bola de hielo. Estabas en eso cuando escuchaste decir a unas personas:

—¡El cazador de Héroes se esta enfrentando a Watchdog man!

Y como si algo se hubiera detonado dentro de ti usando el viento te alzaste en los aires y viajaste rápidamente a la escena que se estaba desarrollando y ahí lo viste con su pelo en punta y recibiendo fuertes golpes del héroe canino, apretando los dientes no te quedo de otra que observar hasta que un monstruo distrajo al héroe disfrazado y el cazador logró escapar.

Ahora.

Descendiste delicadamente frente suyo y le observaste mientras el viento ondeaba tu capa. Garou alzo la mirada esperando una pelea por parte de otro héroe, pero al ver de quien se trataba simplemente frunció el ceño y se limitó a ignorarte.

—Garou. —Lo llamaste cuando este paso a tu lado.

Silencio, por lo que sin esperar respuesta diste un golpe a sus tobillos para derribarlo y sujetarlo en tus brazos.

—¿Qué haces? —Pregunto quedándose inmóvil, extrañamente a gusto en tus brazos.

—Tienes fiebre. —Dijiste mientras lo acomodabas entre tus brazos y mirabas a tu alrededor para despegar.

—No te dije que me ayudaras. —Contraataco el peliblanco.

—¿Cuándo te he hecho caso? —Dijiste llevándolo con cierta dificultad hasta descender en el balcón de tu apartamento. —Estas débil y en ese estado podrían matarte.

—Cuando me recupere volveré a cazar más héroes ¿lo sabes? —Murmuro para luego recibir un empujón de tu parte.

—Eso fue por Charanko y Mumen Rider. —Dijiste para luego abrir la puerta corrediza de la azotea y arrastrarlo dentro sujetándolo de un brazo. —Voy a cambiarme.

Y tas dejarlo recostado en el sofá entraste a tu habitación colocándote ropa más cómoda para luego volver y verlo recostado en el mullido sillón con la respiración agitada.

—¿Hacia cuanto estas así? —Preguntaste colocando tu mano sobre su frente para enfriarle.

El peliblanco se mantenía en silencio mientras que remojabas un paño y tras estrujarlo lo dejabas sobre su frente, no esperabas respuesta alguna de todos modos por lo que te dirigiste a la cocina.

—Cortaste tu cabello. —Dijo mientras reunías los ingredientes, observándote de reojo desde el salón-comedor.

—Ah, sí. —Dijiste tranquilamente, algo pensativa. —Es más cómodo para las batallas.

—Ya veo. —Contesto mientras cerraba los ojos. —Te queda bien.

Sonreíste levemente mientras preparabas un caldo de pollo para el peliblanco, suspiraste pensativa.

Cuando menos lo esperabas, unas manos grandes y firmes se colocaron sobre tu cuello haciendo ligera presión sobre este, te limitaste a suspirar.

—Estas vulnerable ahora. —Murmuro en tu oído a lo que te limitaste a tomar sus manos y apartarlas sin dificultad.

—Tu también. —Dijiste antes de devolverlo al sofá y cubrirlo con una manta.

La historia con el cazador de héroes empezó hace tiempo, casi después de que aquel héroe salvara tu vida.

—Silverfang.

El mencionado se dio la vuelta, topándose contigo y una mirada decidida. Pocas veces hablabas con los demás héroes que no fueran las hermanas psíquicas.

—Conviértame en su discípula, por favor. —Pediste haciendo una reverencia que sorprendió al mayor.

—¿Hmh? ¿Quieres aprender artes marciales? —Pregunto el héroe Clase S rango 3.

—Sí, no puedo estar dependiendo de mis habilidades siempre, en algún momento puede que no me sean de ayuda y deba luchar con mis manos. —Dijiste acercándote en silencio, Bang sonrió al ver la decisión en tus ojos.

—Te espero en mi dojo al medio día. 

Savior→ 「Saitama」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora