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(Laurens POV)

     Ha pasado ya un buen tiempo desde que Alex y Jefferson son novios.
     En ese tiempo me ha estado pasando algo raro. He estado sintiendo algo raro, más que nada.
     Últimamente, cuando veo a Alex, o cuando pienso en él, no sé, siento algo extraño, difícil de explicar, y repentinamente odio a Jefferson con todo mi corazón, no sé por qué. Es como que mi mente me hace odiarlo, pero no me gusta odiar a la gente, y aún así siento como una especie de odio hacia él involuntariamente. Desde que siento eso he estado pensando en lo que me podría estar pasando casi todo el día, todos los días, y eso me ha hecho estar distraído de varias cosas.
     Hace poco, en un almuerzo, tomé sopa con un tenedor, y lo peor fue que no me di cuenta hasta que Alex, Laf y Herc explotaron en risas y me dijeron lo que pasaba.
     Otra cosa que me pasó fue que con Alex, Laf y Herc fuimos a una heladería, y cuando comencé a tomar mi helado, lo soplé como si estuviera caliente, y lo hice hasta acabar mi helado, y no me han dejado de molestar con eso desde entonces.
     Y bueno, esa y otras cosas.

     Volviendo a ahora; tenía planeado lavarme el pelo hoy, así que lo hice.
     Todo normal, hasta que comencé a secar mi pelo. Noté que estaba muy mal, y no entendía por qué. Me había lavado el pelo como siempre. O eso pensé.
     Revisé las cosas que usé para lavarme el pelo, y me di cuenta de que confundí el shampoo con el jabón.
     No me pude haber sentido más estúpido.
     Salí de mi baño y me dirigí al comedor. Era horario de almuerzo. Todos ya estaban ahí.

     —¡Hola!... John, ¿qué le pasó a tu pelo? —dijo Herc.
     —Wow, de verdad está muy mal...—continuó Laf.
     —Oooohhhh, ¿quién tiene el mejor pelo ahora? —me preguntó Alex, sonriendo.
     —... Cállate...
     Luego de decir eso, fui a mi asiento. Escuché que Alex se había reído por mi comentario.

     Laf comenzó a poner los platos en los puestos.

     —Oye, pero en serio, ¿qué pasó? —Preguntó Laf cuando me puso mi plato.
     —Nada...
     —¿Confundiste el shampoo con el jabón? —preguntó Alex todavía con una sonrisa.
     Lo miré sin decir nada.
     Alex comenzó a reírse.
     Luego le siguieron Laf y Herc.
     Al principio no me dio mucha gracia, de hecho estaba algo molesto, pero poco a poco comencé a reírme con el resto.
     —John, lo siento, pero eso fue lo más estúpido que has hecho —dijo Alex entre risas.
     —¿Cómo fue? Digo, ¿cómo no te diste cuenta? —preguntó, igualmente riéndose, Laf.
     —No lo sé, simplemente no me di cuenta.
     —¡Pero los olores del shampoo y el jabón no pueden ser más distintos!
     —Ya sé, pero aún así no me di cuenta, estaba distraído...
     —¿En serio? —preguntó, sarcásticamente, Alex.
     —Sí, en serio.
     Se rió—. Oye, pero está bien, ¿sabes por qué?
     —... ¿Por qué?
     —¡Porque ahora mi pelo es mejor que el tuyo!
     —Oh, ya basta.
     —¿Qué? ¡Es cierto!
     —Lo siento, John, pero Alex tiene razón —dijo Herc.
     —Acéptalo —continuó Alex manteniendo su sonrisa.

     ¿Qué mierda estoy sintiendo?

     —Pero pronto volverá a ser mejor que el tuyo —le respondí sonriendo.
     —Nunca lo ha sido.
     —Siempre lo ha sido.
     —¿Siempre?
     —... Bueno, ahora quizás no, pero ¡sin contar hoy sí!
     —Ahá, claro.

     Continuamos hablando mientras comíamos. La verdad yo no hablé tanto, ya que me desconcentraba en intentar averiguar qué era eso que sentía.

     Como siempre, al acabar el almuerzo, todos lavamos lo que usamos y luego todos volvimos a lo nuestro. Yo fui a mi habitación, me recosté en mi cama y comencé a pensar en lo que me estaba pasando. Poco después, alguien toca la puerta.

     —¿John? Soy Alex, ¿puedo entrar?
     —... Sí, pasa...—al decir eso me senté en mi cama.
     Alex abrió la puerta, entró a mi habitación y la cerró. Se sentó al lado mío.
     —Oye, ¿puedo preguntarte algo?
     —¿Te refieres a hacerme una pregunta además de la que ya hiciste? —pregunté sonriendo.
     —Jaja, qué gracioso...—imitó mi gesto al decir esa frase con un tono de sarcasmo—. Pero ahora en serio... ¿Estás bien?... Digo... Últimamente has estado bastante distraído, y para que te confundas con el shampoo y el jabón, cosa que implica tu pelo, el cual sé que cuidas mucho, no es muy normal de ti...
     —... Mira... No lo sé...
     —... ¿Qué?
     —No sé qué me pasa, por eso estoy distraído.
     —¿De verdad es eso o lo dices porque no me quieres decir la verdadera razón de todo esto?
     —No, de verdad, estoy distraído intentando pensar en lo que me pasa... No sé, he estado sintiendo algo raro...
     —¿Qué cosa?
     —... No lo sé...
     —... ¿No crees que puede ser una enfermedad o algo?
     —No, no, eso no, es algo psicológico.
     —Pero hay enfermedades psicológicas...
     —Bueno, sí, pero no creo que sea eso...
     —¿En serio?
     —Sí.
     —Entonces... ¿Sientes algo raro y estás distraído porque intentas saber qué es ese sentimiento?
     —Exacto.
     —... ¿En serio?
     —En serio.
     —... Está bien... Bueno, sólo quería saber eso. Ahora voy a mi habitación.
     —De acuerdo.
     Alex se paró, se encaminó a la puerta y la abrió, pero antes de irse dijo algo.
     —... Oye... Si tienes algún problema no dudes en decirme, ¿sí?
     Sonreí—. Está bien.
     —Oh, y otra cosa...
     —¿Qué?
     —... ¡Mi pelo es mejor que el tuyo!
     Inmediatamente después de decir eso, Alex cerró la puerta.

     Volví a recostarme para pensar en lo que sentía. Era realmente muy raro, no lo había sentido nunca, y menos eso de odiar a alguien sin querer odiarlo. Y ¿por qué Jefferson? A penas lo conozco, con suerte me sé su nombre, que trabaja en la biblioteca y que es novio de Alex, pero más allá de eso nada, y además no me ha hecho nada para odiarlo... Y ¿por qué lo que siento lo siento sólo cuando veo o pienso en Alex? ¿Por qué cuando sonríe ese sentimiento aumenta? ¿Por qué pienso en él todo el tiempo? ¿Por qué quiero de la nada... estar... más tiempo con él?...

     Mierda.

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Déjame Ayudarte || Lams Modern AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora