Unico, Diferente Y Especial

•.¸♡sᴇɢᴜɴᴅᴀ ᴘᴀʀᴛᴇ♡¸.•

12 años después.

Mierda, estaba llegando tardé, era su primer día de trabajo y él estaba llegando tardé.

— jiminnie, cariño... Llegarás tarde —le gritaron, más jimin ya sabía eso.

— ¡Ya Voy! —grito de vuelta.

A como pudo acomodó su corbata, se hecho un poco de loción, medio arreglo su cabello, y tomó el chaleco negro que debía usar, bajo corriendo las escaleras y de la encimera de la cocina tomo una tostada.

Se volteo y le dio un tierno beso a su abuela que le veía con el ceño ligeramente fruncido, en desacuerdo con la poca comida —si es que a una tostada se le podía llamar así.

— Lo siento abu, no desayunaré o llegaré tarde —se excusa y le sonrie.

— te dije que no te quedarás tan tarde en la azotea del departamento —regaño la anciana.

Jimin sonrio en grande, viendo como su abuelita brillaba más que nunca, tenía ese color puro, un amarillo tan claro como el cielo.

No dijo nada y sólo se encaminó hacia la puerta del nuevo departamento donde ahora viven. Le sonrio a su abuela y cerró la puerta. Debía camina una cuadra para llegar a la parada de bus que lo dejaría cerca de la empresa donde había sido contratado.

Habían pasado tantos años, él recuerda cuando tenía trece y de pronto de la nada dejo de ver el aura de las personas, ya no vio más colores, ya no sentía nada.

Él era normal, no le gustaba, él quería regresar a ser lo que era, porque entonces ya no sería especial, ya no sería único u diferente.

Pero no pudo, y eso le marcó tanto, sus últimos años de primaria fueron normales, no destacaba entre sus compañeros, su último año de secundaria fue normal común y corriente.

Nunca tuvo noticias de taehyung o él. Era como si la tierra se los hubiera tragado, dolió, y sigue doliendo.

Su don especial no regresó... Hasta ahora.

Y no sabe el por qué, pero no le importa, ya que su don especial había sido devuelto. Y él volvía a sentirse después de tantos años. Diferente, único y súper mega especial.

No le había contado a su abuela la buena nueva, pero la noche anterior mientras veía hacia el cielo, y le hablaba a las estrellas y la luna, empezó todo de nuevo. Podía ver las líneas de colores alrededor del apartamento, muchos colores de la nada que le aturdieron al instante.

Su cabeza dolió bastante y nuevamente los calambres se hicieron presentes. Estaba feliz, claro que si, él volvía a ser especial, único y diferente.

Aún mientras estaba caminando hacia la parada de bus, podía ver el aura que expelían las personas que estaban ahí, rojo, rosado, amarillos oscuros y claros, blancos y grises.

Pero ningún azul.

Lo extrañaba, él no sabía la razón del por qué su don había regresado, pero estaba más que agradecido con ello.

Por eso aunque le preguntó a la diosa luna y las estrellas, ninguna respondió su duda, sólo un simple Lucero le dio una vaga idea del por qué.

Aquel pequeño ser le había susurrado un: “por quien esperaste, ha regresado”.

Si era quien él creía que era, entonces iba a llorar, porque realmente lo extraño, los extraño tanto.

Se sintió tan sólo en aquellos años, pero al haberse convertido en un chico "normal" le ayudó a que al menos no le volvieran a llamar fenómeno o raro. Al menos pensó él, algo bueno le habían dejado.