Llegamos a la casa alrededor de las ocho de la noche, durante el trayecto Anderson a cada rato me daba miradas preocupadas, me vi en el espejo y dio santísimo parecía que me había chupado hasta el alma.
Me bajé del auto y el joven chofer me sostuvo por la cintura, estaba muy débil, no les miento fueron aproximadamente tres o cuatro litros de vomito. Como siempre Shia me recibió pero se dio cuenta de mi estado y en vez de saltarme encima fue cuidadosa rozando su cabeza contra mis piernas
-Estoy bien chica – mi voz estaba ronca y mi aliento apestaba, ugh, asqueroso.
-Eli – Taylor se asomó y en cuanto me vio corrió hacia mí, me tomó en brazos y se giró hacia Anderson – ¿Qué sucedió?
-Comió su peso en hamburguesas, papas, aros de cebolla y helado, vomitó todo media hora después
-Fue solo una hamburguesa – le dije al chico mientras recostaba mi cabeza en el pecho de mi hermano e inhalaba su colonia
-Doble y con tocino extra – gemí, estaba cansada
-Gracias – le dijo mi hermano a Anderson y este salió dándome una sonrisa de “espero y te recuperes”
-Bye – le dije con la mano
Llegué a la sala y cuando todos me vieron se pararon preocupados. Que les digo, soy la pequeña de la casa.
-Comió su peso en chatarra y lo vomitó – dijo mi hermano – voy a llevarla a su cuarto – mi mamá asintió y se fue a la cocina para prepararme un té y mi padre me dio un beso en la frente
-Wir sehen uns später (iré a verte más tarde) – me dijo mi padre en alemán-Es ist gut (está bien)
-Así que… - me dijo Tyler cuando estuvimos en mi habitación
-¿Qué? – fui al baño a lavarme los dientes
-¿Que hizo Will para que comieras como cerdo, en tus intentos de olvidar el asunto? – Taylor aún me vigilaba, él era como otro papá
-No sé de qué estás hablando Tyler
-Hermana, te conocemos, a ti y a Will, crees que no nos íbamos a dar cuenta de que algo pasó entre ustedes – el gemelo menor se sentó en mi cama y Shia corrió hacia él levantándose en su patas traseras tratando de que mi hermano le acariciara la cabeza
-No es nada
-Es algo – la voz de Taylor hizo que volteara – Oh – dijo mientras me veía, había adivinado
-¿Qué? – nos miró nuestro hermano con el ceño fruncido
-Eli, sabes que iba a pasar – ya estaba harta de esa frase. Gruñí
-Ya sé que esto iba a pasar pero disculpen por no estar preparada – me sujeté del lavabo – no lo entiendo, no entiendo por qué me siento así, esto no es normal, no debería ser así, me molesta de sobremanera, y más aún cuando se da de cavernícola sobreprotector y me dice con quien no puedo y con quien sí, ¡es injusto! – dije como si fuera una niña pequeña haciendo una rabieta, probablemente parecía eso, Tyler se rascó las mejilla
-Ambos son unos celosos de mierda y… no, cierra la boca. No entienden lo que es el compartir, tu no quieres compartir a Will porque por lo que veo tienes un complejo de que nadie te va a querer como amiga por tu forma de ser, porque tus demás amistades no te conocen al cien por ciento, eres insegura de ti misma, no hablo de tu apariencia porque en eso tienes el maldito ego hasta las nubes, si no por tu forma de ser, no puedes abrirte, Will es tu apoyo y ambos se volvieron muy dependientes el uno con el otro, el por sujetarse de ti cuando murió su madre y tú por tú inseguridad de que se alejen de ti por tu carácter – bueno, eso era cierto, no muchos me aguantaban y es que no es que sea mala onda simplemente que soy muy especial con las personas y Will conociéndome desde que éramos niños sabe cada cosa de mí y lo ha aceptado
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Un ángel con cuernos y cola
Teen FictionHay personas que nacen con un encanto natural, tienen una belleza sin igual que nunca pasa desapercibida, pero a veces, son mascaras que esconden una fiera personalidad o una astuta mente como Elizabeth por ejemplo, destinada a la grandeza, pero tod...