Eli
Me dolía la cabeza a horrores y la maldita luz del sol me calaba en los ojos haciendo de mi dolor de cabeza un completo infierno, algo me aplastaba, no era incómodo pero me estaba comenzando a doler la espalda, abrí los ojos y una mata de cabello rubio fue lo que vi primero. ¿Qué pasó?
Moví un poco mi mano y sentí algo suave, apachurré esa cosa suave y un gemido se escuchó justo en mi oído, junto con cambio de respiración, tenía un cuerpo encima de mí, un cuerpo que no pertenecía a ninguno de mis chicos, ay no. Besos, lenguas, orgasmos, ¿Sarah?
Sarah se movió y me vio algo desorientada, me fije hacia abajo y ambas estábamos desnudas
- Buenos días – dijo dándome un besito en los labios, quería gritar en serio quería gritar. Ella rodó hacia un lado y yo me paré como pude enrollándome en una sabana
- Tengo que salir, ¿Dónde está mi ropa? – no recordaba nada, absolutamente nada después de haberle dado el trago de leche a Sarah – puta mierda – salí de la habitación temblorosa, me dolía todo, cerré la puerta y fui caminando por el pasillo, mis piernas me fallaron y caí llevándome un jarrón en el proceso, pasos se escucharon y dos pares de piernas estaban frente a mi
- Ven aquí, hermosa – me dijo will, mientras me acomodaba entre sus brazos, yo quería llorar, no sabía que había pasado y me dolía a horrores la cabeza
- ¿estás bien? – Morgan se veía preocupado, dirigió su mano a mi mejilla – no llores nena
- ¿Qué pasó?, ¿Por qué estoy desnuda?, ¿Por qué estamos desnudas Sarah y yo? ¿¡Qué mierdas pasó!? –
- Calma – will me abrazó más fuerte - ¿no recuerdas nada? – negué con la cabeza - ¿Sarah cómo está?
- No sé – sus ojos verdes esmeralda se dirigieron hacia arriba y fue un tremendo esfuerzo separarme de él – ve con ella – Morgan me ayudo y me acomodó en sus brazos para alzarme al estilo princesa y ponerme en el sillón
- Ya vengo – me dijo y rápido subió
- ¿Qué pasó Eli? – sentí las mejillas húmedas otra vez, tenía que mentirle de nuevo
- Fuimos a un bar y comenzamos a beber, llegaron unos chicos haciéndonos platica – piensa cerebro, piensa – después la encargada de la barra los corrió alegando que no quería esas cosas, nos dijo que las cervezas que teníamos les habían metido droga, rosa azul, nos dijo – sentía más lagrimas – entonces nos avisó que nos fuéramos a nuestras casas y tomáramos leche para reducir los efecto, tomamos leche pero... ya no me acuerdo que pasó, hasta ahorita – necesitaba hablar con Sarah urgente
- ¿Eli? – mi pulso comenzó a aumentar cuando la voz de will dijo mi nombre – Sarah quiere verte, Morgan cárgala
- Está bien yo – me calló con un besito
- Ven aquí mi pequeña bebé – dijo con una sonrisita
Llegamos al cuarto y Sarah estaba con una bata, igual de despeinada y con un claro dolor de cabeza, will bajó por aspirinas y agua, nos las dio y se quedó viéndonos
- ¿pueden dejarnos? Por favor – ambos chicos se vieron, pero aceptaron la demanda de Sarah y salieron cerrando la puerta – Eli – levanté la mano para que guardara silencio, no se habían escuchado pasos bajando las escaleras
- ¡largo! – grité y ahora si se escucharon pasos bajar aprisa – ok, no sé lo que pasó, pero pues es muy obvio, tuvimos sexo – las palabras salieron temblorosas – esa droga es muy peligrosa – Sarah comenzó a llorar – oh cariño no llores, no fue tu culpa – la abracé y ella me abrazó más fuerte enterrando su rostro en mi pecho
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Un ángel con cuernos y cola
Novela JuvenilHay personas que nacen con un encanto natural, tienen una belleza sin igual que nunca pasa desapercibida, pero a veces, son mascaras que esconden una fiera personalidad o una astuta mente como Elizabeth por ejemplo, destinada a la grandeza, pero tod...