Capítulo 54

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Eli

Sarah se esforzaba por no romper la amistad y era muy bueno, por mí ya no había problema, después de todo el que no dijera nada de que yo estaba envuelta en cosas, algo... turbias, ya decía bastante

- No trates de convencerme – la voz de will me hizo sentir escalofríos. Se sentó conmigo en el balcón de mi cuarto y me robó mi galletita – ella me usó Eli, me sorprende que no le andes queriendo cortar la cabeza, ¿Qué ya no me quieres? –si supieras

- No seas dramático – le dije con un poco de risa – Sarah nos ha ayudado, al menos le debes eso

- Yo no le debo nada

- Si le debes, porque ella estuvo cuando yo no, te dio momentos de risa, de apoyo y de placer, quieras o no – se quedó pensando

- Si la quería – ugh, mi corazoncito

- Lo sé

- No sé si puedo perdonarla Eli – recargó su cabeza en mi hombro y suspiré – tú eres el cerebro, dime qué hago

- Pfffff, a mí no me vengas con esas cosas – le dije riendo un poco – will, yo no puedo irte diciendo por la vida que hagas o no, va a haber momentos en lo que no voy a estar y tendrás que lidiar las cosas solo, aparte es muy tu problema, ya no encajo aquí – levantó su cabeza y me vio directamente a los ojos

- Mi novia me puso el cuerno contigo, a ella le gustas, me usó para llegar a ti – estaba enojado y comprendí

- Tú... ¿tú me culpas? – el alejó la vista y mi corazón se detuvo

- No, pero tampoco puedo evitar pensar que fuiste un factor importante, de hecho el factor importante

- O sea que si me culpas

Will

La ruptura con Sarah me tenía desbalanceado, el saber que tu ex novia se acostó con tu mejor amiga y que solo te utilizó para llegar a ella es un golpe en el orgullo masculino bastante fuerte y un golpe en el corazón, aunque algo me imaginaba que pasaba con Sarah respecto a Eli, pero el gran idiota de mi lo dejó pasar

- Eres un idiota – dijo Eli, me sacó de mis pensamientos

- ¿Qué? – ella me miró y sus ojos estaban de azul brillante y cristalinos, lagrimas

- ¿Cómo puedes culparme de esto?, yo no lo hice, ni siquiera sabía que Sarah era lesbiana

- Bisexual

- Que le gustaban las vaginas, en especial, la mía – dijo limpiándose un poco los ojos – en todo caso fue tu culpa por no fijarte bien, tu mantenías más relación con ella que yo, tu tuviste tu pene en su vagina, tu hablabas con ella mucho más que yo, tú estabas más cerca que yo, ¡diablos! Hasta me alejé para que pudieran tener su nidito de amor y ahora vienes a culparme de que yo le gusté a Sarah y te dejó – sonaba tan estúpido - ¿de qué te ríes idiota? – me dijo ya enojada

- Ven – me vio confundida, probablemente por mi sonrisa

- No – se iba a girar pero la tomé del brazo y la puse sobre mi regazo, siendo sinceros y no sé porque, el cortar con Sarah también fue como si algo se hubiera aclarado, quitado un peso de encima. Pero... aún lo lograba descifrar que era ese peso o porque me sentía más liviano, tal vez que ya no debo preocuparme por regalos cada cumplir de meses o cenas románticas o que se yo - ¿Qué quieres? – me dijo Eli viéndome a los ojos, el cabreo aun en su grisácea mirada

Un ángel con cuernos y colaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora