M De Mio

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Podía arremeter contra esas curvas espolvorradas de canela, sostener y marcarlas a su antojo con una mano. Acariciar sus muslos que más que entradas a su paraíso eran simples malvavisco chocolatosos que podía morder, lamer y manejar a su antojo.

Las redondas y grandes mejillas morenas eran un infierno, el conformismo y satisfacción de su novio al solo tomarlas entre sus palmas con la intención de marcarlas no daban a más que nublar su juicio, los botones rosados que las malditas camisa de altas marcas cubrían eran chupetes que atender con sus dedos y labios, romper las costosas ropas que le regalaba a su novio valían cada maldito centavo.

Nunca a escuchado una queja, un suspiro actuado o lloriqueos con sabor a dolor. Saber que era el único en cambiar las acciones de su canelita podían hacerlo hasta más posesivo que cuando era un crió, pensar en todas las veces que puede escuchar su nombre entre respiraciones cortas y exaustas en busca de más oxígeno le llenaban su organismo, las paredes tan apretadas que se abrían ante su falo no daba a más que la puta gloria.

Oh, los arañazos en sus hombros y espalda daban a más que entender sus hermosas noches bajo la luna que siempre eran llenadas por besos y chapoteos subidos de tono y temperatura. Amaba a ese maldito castaño y jamás se arrepentirá, no por nada era la primera noche después de proclamarlo como un Golden.

-Gold.







Perdónenme por dejar todo abandonado;;;;
Mi familia se le plantó la idea de quitar el Internet y no pensaron en los problemas que pasarían al cambiarse de compañía.

Ya van dos semanas y siento que será más tiempo, por lo menos los paquetes de Internet me han dado tiempo de publicar esto;;;;^;;;;

Esperen que renacere, ahreB)


[Fʀeddoʟd Oɴe-sʜots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora