Cap.10

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16 de Junio del 2018, 10:00am


No sé qué hacer, me quedé sin ideas, me siento sola, pero sobre todo me siento vacía, no se qué o quién fue lo que me hizo cambiar de opinión, pero me pregunto porque no llego antes de tomar la peor decisión de mi vida, de lo que queda de ella.

Lo mejor que puedo hacer ahora es pasarla bien, estar lo mejor que se pueda.

Mamá tenía razón, no se porqué no la escuche cuando me habló de la responsabilidad de mis decisiones, creo que fue por el simple hecho de que los hijos nunca escuchan a sus padres cuando están encaprichados por algo.

Igual que ayer mi padre y los chicos no están, igual que Javi, solo estamos Sara y yo en la casa, por lo que desayunamos junta.

Me pregunto que sera eso por lo cuál Javi pidió el día libre, él generalmente nunca pide el día libre, desde que trabaja para mi padre solo se ausentó al trabajo una vez, cuando su madre enfermo, pero luego de eso nunca más pidió ausentarse. Cuando regresé de dónde sea que éste le preguntaré, además tenemos un tema pendiente.

Paso todo el día con Sara y entre risas y mucho té llegaron los chicos que se unieron a nosotras, mientras que mi padre se encerró en su oficina como siempre.

Por la noche me cambié la ropa que tenía por algo más cómodo, un pantalón negro, unas zapatillas del mismo color y un buzo con el diseño de la galaxia en colores blanco, rosa y violeta.

Cuándo estoy muy segura que todos se durmieron, tomó las llaves de la moto y el dinero justo para la carrera, solo tengo planeado correr una sola vez, salgo de la casa como lo hice la primera vez.

Al llegar es lo mismo que la otra vez, las pistas son enormes, hay muchas personas por todas partes, me anoto con la misma chica de la otra vez y como si fuera sorpresa el chico de la otra vez está en el mismo lugar.

Me encamino hasta donde está él y me siento a su lado

-Hola extraño- lo saludo

-hola chica rara- responde al tiempo que gira su cabeza para verme y tirar el humo de su cigarrillo en mi rostro

-hey, ¿ nunca te dicen que hacer éso es de mala educación y que el cigarrillo es dañino para la salud ?- le pregunto al tiempo que abanico mi cara con la mano para eliminar los restos del humo que hay

-Con una mano en el corazón, si, me lo dijo una niña muy rara, y ¿sabes que es lo más gracioso de todo? que esa niña se parece a ti- responde

-Es por tu bien, ademas ¿por que me dices rara?- pregunto

-Que clase de persona es su sano juicio le regala a una persona más de veinte mil en efectivo a otra persona, está más que claro que nadie solo tú, pequeña metiche-responde

-Okey puede ser que ninguna persona aquí presente se capaz de regalar más de veinte mil en efectivo, pero no por hacerlo me convierto en una persona rara, y no me digas niña- me defiendo.

-En primera, hacer eso te convierte en una persona rara o en el mejor de los casos alocada, todo depende de la persona que lo está juzgando-

-Osea que para ti soy una persona rara- lo interrumpo

-No me interrumpas niña, ¿nunca te dijeron que interrumpir a las personas es de mala educación?, pero como decía, si, para mi eso es de personas raras, como estaba diciendo, en segundo lugar, como no decirte niña si tienes una carita de inocente, además no creo que lleges a ser mayor de edad, ¿como cuántos años tienes?, me apuesto a que unos quince- dice con burla

El último adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora