26 de Junio del 2018, 14:00 pm.
Siempre use a la música cómo mí método de escape, cuando era una adolescente estaba todo el día escuchando todo tipo de canciones, nunca tuve un género de música favorito, mi lista de favoritos es muy aleatoria.
Con el paso de los años le pedía a mí madre clases de música, aprendí a tocar todo tipo de instrumento, comencé con el piano, ya que a mí madre le encantaba escuchar a su padre tocar el piano, luego de eso pasamos a otro y luego de eso a otro y cuando parecía un experta pasaba a otro y así con otros. Leonora Vega era una profesora de música en una escuela para jóvenes artista, no existe instrumento alguno que ella no sepa tocar, ella fue la que me enseñó todo lo que se, era muy exigente pero buena.
En casa de mamá tenía un cuarto especial para los instrumentos que compraba para que practicara en casa; en casa de mi padre es igual solo que el los tiene por otras razones, no por el hecho de saber tocarlos, dudo que sepa eso de mí, al igual que otras cosas.
Estaba sola en casa ese día al igual que otros tantos en el pasado, pero a diferencia de los demás hoy en verdad necesitaba esa privacidad para ayudar a Connor a terminar la melodía de una nueva canción.
Primero lo intente con el piano pero nada salía, estaba en blanco hasta que tome la guitarra, me senté en el sillón, me amarre el pelo en un moño y cruce mis piernas, tome la hoja dónde estaba la letra de la canción, la lei un par de veces y al cerrar mis ojos dejé que mis dedos se deslizaron por la cuerdas de la guitarra. Pasó un tiempo hasta que al final tenía una clara idea de lo que hacía. Solo tenía que mostrarselo a Connor y listo.
-Ya lo tengo- es lo primero que digo al verlo
-hola guapa- saluda
Estaba despeinado, con voz ronca, los ojos cansados, estaba claro que recién despierta de una siesta o hasta ahora se despertaba.
-¿Cómo estás bella durmiente?- pregunte al verlo restregar sus manos por toda su cara.
-Cansado y con hambre- responde sonriendo.
-Muy bien vago hambriento, tengo la melodía de la canción, así que esto es lo que vas a hacer, en primer lugar vas al baño te lavas con agua fría la cara para estar más despierto, en segundo lugar vas por comida y por último te pones cómodo para escuchar el próximo éxito mundial- más que aconsejar o pedir, le estaba exigiendo que lo hiciera o al menos así sonó mi voz.
-Bien mamá, cómo órdenes, pero tú estarás presente el proceso de despertarse de la belleza más grande y única del mundo- dijo al tiempo que tomaba el celular y veo por la pantalla del mío cómo se dirijia al baño.
-No quiero escuchar y mucho menos ver cómo haces tus necesidades, te cortaré la llamada- advertí al ver cómo entraba al baño.
-Yo sería incapaz de hacer una cosa así, además solo voy a lavarme la cara con agua fría cómo ordenaste- dijo con voz de niño inocente, luego de hacer eso salió del baño y se dirigió a la cocina, donde empezó a poner un montón de cosas sobre la mesa para prepararse un sandwich.
-¿Dónde están los demás?- pregunte.
-No estoy muy seguro, solo se que algunos fueron a entrenar un poco y los otros solo salieron, no les puse mucha atención que digas- respondí siempre.
-Tu nunca pones atención¿verdad?- pregunte con sarcasmo.
-Nop- respuesta corta -¿ cuánto te tomó encontrar la melodía correcta?-preguntó.
-No tanto cómo a ti la última vez -respondo- a todo esto tendrías que pagarme por lo que hice, prácticamente estoy haciendo tu trabajo-
-Tu cosita linda, te ofreciste para ayudarme, por ende no tendría que pagarte ya que no te contrate, en todo caso depende de que tan bueno esa tu ayuda es que pensaré el hecho de pagar por tu contribución- sonrió a la cámara del teléfono para luego poner una cara seria y levantar una ceja y por último asentir una sola vez con la cabeza.
Luego de eso tomó su teléfono y subió las escaleras hasta el cuarto de instrumentos.
-Ahora sí guapa, muestrame que tan buena idea fue aceptar tu ayuda, déjame escuchar mi próximo éxito mundial- pidió con emisión.
Cuando me acomode en el sillón tomé la guitarra y la hoja con la letra de la canción y la hoja con la partitura de la melodía y comencé a tocar y cantar la canción en la que estaba ayudando al colorado del otro lado de la videollamada.
-¿Qué tan perfecto fue?- pregunte al terminar de cantar.
-Contratada -respondió.
-En ese caso te mando la foto de la partitura - tome el teléfono y le saqué una foto a la hoja y se la mande por mensaje.
-Bueno ahora lo haremos con mi hermosa voz bendecida por todos los dioses y diosas- se acomodó en su asiento y esperó a que empezara a tocar la melodía para poder cantar -No me arrepiento de aceptar tu ayuda, eres la mejor, y te recompensare por esto, no con dinero ya que no tienes prueba alguna de haber ayudado solo tu palabra y eso no basta, por tal motivo voy a invitarte a pasar el mejor dia de tu vida junto a mí, podrás pedir lo que quieras yo pagaré todo- dijo una vez terminó de cantar.
-Eres un idiota-
-Lo se cariño, me lo dices cada vez que puedes, pero no me molesta porque se que me amas y este idiota pasara por ti mañana a las nueve para desayunar juntos y pasar el resto del dia junto a ti pagando todos y cada uno de tu caprichos, te amo niña tonta- fue lo último que ddigo antes de terminar la videollamada.
No tenía caso negar o decir cualquier otra cosa, sería todo una pérdida de tiempo, Connor es de los que siempre consiguen y hacen lo que quieren.
Tenía tantas cosas que hacer pero no tenía ganas de hacerlas, quería quedarme un rato más sola.
---------------------------------------------
Estaba sola en la sala de música, pero no en la casa, lo que Emilie no sabía era que detrás de esa puerta entreabierta que la conectaba con el resto de la casa, se encontraba alguien, una persona que desde el momento en que entró a la casa la escucho hablar con su amigo y se quedó a escucharla cantar, no se despegó de esa puerta hasta que se dio cuenta que ella no volvería a cantar, al menos no por ese día, se alejó de la puerta y retomo su camino.
ESTÁS LEYENDO
El último adiós
RomantiekEmilie despues de cinco años decide revelar su más grande y mejor guardado secreto, tomando esta decisión luego de enterarse que la cuenta regresiva comenzó y el tiempo corre. cada segundo cuenta