El último adiós

Cap. 16

22 de junio del 2018; 10:30am

Salir con mis amigo de toda la vida sin duda es un muy buen plan, pasamos toda la mañana caminando y recordando viejas anécdotas, hasta que llegamos a un parque y comenzamos a jugar.

Luego de casi tres horas jugando nos dimos un merecido descanso, en eso veo pasar a Max, me levanto de mí lugar y caminó hasta él.

-Hola- saludo al llegar a su lado

-Hola princesita- me devuelve el saludo cuando se gira para verme

-Cómo estás?- le preguntó

-bien, me que dices tu princesita?- pregunta

-Bien con unos amigos jugando- responder- te gustaría jugar con nosotros?, si no estás ocupado claro- le preguntó

-Claro princesita- responde

Caminó de regreso seguida de Max hacia dónde están mis amigos, al llegar los presento, los primeros minutos fueron algo incómodos pero luego de un partido de básquet hablaban como si se conocieran de toda la vida.

Fue una linda tarde, estar con mis amigos y con Max fue en verdad muy divertido.

Una hermosa tarde para recordar.

Al llegar a casa ya era la hora de cenar, sin duda se me paso toda la tarde en el parque, Sara fue la primera en preguntar qué fue lo que estaba haciendo, luego le siguió Javi, les conté brevemente lo que estaba haciendo toda la tarde, para luego ayudar a poner la mesa para cenar.

Los chicos estaba en su mundo y para mí suerte fue una cena tranquila, mí padre como de costumbre no estaba. Luego de la cena ayude a acomodar todo y me retiré a mi cuarto a descansar. Me di una ducha rápida y me coloque un pijama cómodo, antes de acostarme mire por la ventana, me sorprendió ver a la misma chica que vi la otra noche junto a Javi hablando, ella parecía angustiada y Javi no paraba de tirarse del cabello, no era asunto mío y estaba fuera de lugar que estuviera espiando la conversación de otros, me retiro de la ventana, apagó la luz y me acuesto en mi cama, en otro momento le preguntaría a Javi lo que sucedía y sobre todo quién era esa chica. Con eso en mente dejo que los brazos de Morfeo me atrapen.

Javi

No podía creer lo que me estaba pasando, hace poco llegó Emilie a la casa y cómo si eso no fuera suficiente todos lo sentimientos que creí que se fueron el mismo día que acepte su partida y que no regresaría volvieron con ella, como si nunca se hubieran ido de mí corazón, pero no podía estar con ella porque no sabía cuánto tiempo se quedaría, ella misma lo digo no se quedaría por mucho tiempo y por más que yo la ame, toda mi vida está acá y no se si sería capaz de dejar todo para irme con ella, menos ahora que Luna me confirmaba sus sospechas.

Me crié en una familia que te enseñaba que la familia está sobre todo y a hacerse responsable de tus actos, y con esas enseñanzas no podía irme, no justo cuando en mis manos tenía la prueba de lo que tanto temía, no era una cobarde, eso nunca, solo que no estaba listo para afrontar la responsabilidad que conlleva el tener un hijo.