Cap. 11

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17 de Juni del 2018, 10:30am


No sé en qué estoy pensando, quizás no estoy pensando y es por eso que estoy como estoy y hago lo que hago; no bajé a desayunar por estar viendo mi armario, viendo que me puedo poner para ir al café, faltar horas para ir, pero no quiero elegir todo a último momento y terminar viéndome fea.

Optó por un short negro, una remera negra la cual dejará a la vista mi sostén, una zapatillas negras y como complemento un gorro negro, toda la ropa la dejó sobre la cama para ponerla más tarde.

Si voy a ir, por más que quiera no puedo ir vestida como un día normal, me siento como si usara un disfraz, pero yo elegí hacer las cosas así.

No se porqué estoy aceptando ir a tomar un café, cuándo en la noche se comportó como un patán, dándose sus aires de grandeza, tal vez porque espero que se disculpe y esta vez se comporte como un caballero.

Dejo de pensar en él por un momento y me pongo a pensar en lo que paso ayer cuando regrese a casa, no se me borra de la cabeza la imagen de esa chica, era alta, pero no más que Javi, rubia, con el pelo hasta por los hombros, su cuerpo en si era delgado, tenía puesto un hermoso vestido negro que se le amoldaba al cuerpo de una forma exquisita, pero lo que me llamó la atención de la chica misteriosa era su forma de actuar, esta nerviosa y temblaba, además que antes de irse estaba llorando.

Me pregunto que le abra pasado para ponerse de esa manera, pero sobre todo que tiene que ver Javi en eso, tal vez solo es cosa mía y capaz solo le estaba contando a Javi lo que le paso y recordarlo la puso mal, de igual manera, sea como sean las cosa, no me quedaré con la duda y cuándo vea a Javi le preguntaré quién es esa chica y porqué estaba mal.

Por más que no quiera pensar en eso no dejo de darle vueltas al asunto, si consideramos la hora en la que la chica estaba en casa, para mi, Javi tiene que estar involucrado, no vas a la casa de otra persona tan tarde para contarle algo que te haya pasado solo porque es tu amigo.

Me quedo con esos pensamientos hasta que llegó al comedor y no veo a nadie en la mesa, pero para mi esta más que claro que no solo no están en el comedor, directamente no están en la casa, ya que no se escucha ni un solo sonido en la casa, solo se escucha un leve sonido en la cocina.

-Hola Sara- la saludo al entrar a la cocina

-Hola mi niña, toma asiento, en unos segundo te doy el desayuno- me dice al tiempo que toma algunas cosas de la nevera

-Otro día en el que estaremos solas por lo que veo, no hay nadie- le digo

-Javi se encuentra en su cuarto pero no quiere salir de él, no se siente bien- me dice cuándo pone un vaso de jugo enfrente de mi

-¿Qué es lo que tiene?- le pregunto

-No lo se, no tiene fiebre y tampoco quiere que llame a un médico para que lo vea- responde

-Tal vez no sea ese tipo de mal el que tenga- le digo

-¿Qué quieres decir?- pregunta

-Quiero decir que tal vez no sea algo físico lo que lo tiene mal y sea algo más bien emocional- respondo

-¿Crees que mi niño tenga un mal de amor?-pregunta

-Tal vez ése sea, pero quién sabe, la única forma de saber es que él mismo lo confirme- le respondo

-Tiene razón mi niña, será mejor que hable con él- me dice

-No, digamos que puedes ser un poco insistente y creo que eso es lo último que quiere él, yo me encargo de esto y te cuento que es lo que me dijo despues- le digo

El último adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora