3.

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Peter estaba jodido. Pero el solía pensar que no era su culpa, que la culpa era del universo, quien gustaba de jugar con el.

Pero aquí lo importante es que Peter sabe que está jodido. Quizás desde pequeño, pero el no está seguro de eso. Sabe que esta jodido desde que Beck le pidió que se acostará con alguien por dinero y el acepto. Pero aveces sospecha que incluso antes de Beck el era algo jodido. No puede estar muy seguro, pero tampoco descarta aquel pensamiento.

—¿Estas conmigo? — consultó de buen humor el hombre sobre el.

Peter dejó de mirar el techo del auto para mirar a su cliente a los ojos. — claramente. Estoy listo, mételo — aviso.

— ya esta adentro — soltó el tipo entre risa.

— oh — susurro Peter, mientras se le escapaba una sonrisa. — lo siento — se disculpó tratando de no reír.

— estas haciéndome sentir realmente mal, ahora.

Soltó el Beta, tomando las cosas con bastante buen humor. Peter concedió eso, abrazándolo por los hombros y besándolo de forma apasionada.

— no lo pienses demasiado, no es el tamaño lo que importa si sabes cómo usarlo. — consoló de forma dulce. El sujeto le sonrió entonces, besándolo de manera mas dulce, sintiéndose bien con si mismo.

Aun así, Peter no lo sintió mucho durante el acto. Pues el beta realmente no sabía cómo usar su miembro. Al menos el sintió que había fingido bastante bien sin exagerar. Por lo que pudo regalarle al tipo un poco de autoestima. O eso pensaba mientras le daba un beso de despedida bajando del auto. El hombre le sonrió encantado, extendiéndole un billete grande que era mas de lo que Peter pedía. Pero que igualmente aceptaba contento.

— otro cliente satisfecho — soltó alguien tras suyo, mientras el auto se alejaba de su vista. El castaño dió la vuelta, encontrándose con Wade.

— bueno, ese es mi trabajo — respondió tranquilo, pasando de el.

Wade lo tomó del brazo, haciéndolo girar hacia el: — lo se.

Peter río risueño mientras tomaba su rostro entre sus manos. Wade soltó su brazo para deslizar su propia mano por lo cintura del Omega. Ellos se besaron entonces.

—¿Vas a pagar por ésto? — pregunto Peter.

—¿También cobrás por besos? — consultó Wade, logrando hacer reír al chico.

— podría hacerlo — respondió. Wade lo beso de nuevo y el correspondió.

— vamos a mi casa — susurro. Y Peter acepto ello.

Está vez no llegaron al cuarto, si no que lo hicieron en la mesada, mientras Peter se agarraba a ella intentando mantener el equilibrio que Wade le robaba con cada embestida.

La cosa iba subiendo de tono y pronto el Omega se vio siendo acostado de pecho contra la fría superficie y curvando su espalda para dejar que el alfa llegará mas a fondo dentro suyo.

—¡Joder si! — maldijo Wade sobre el, mientras Peter se limitaba a jadear y a gemir.

Casi sin notarlo Peter se vino totalmente abrumado, mientras Wade seguía tras de el jodiendolo. Lo cual alargó su corrida, pues sencillamente estaba disfrutando el placer que se le brindaba. Hasta que Wade no pudo mas y se corrió dentro de el, fue allí que se tumbó sobre la espalda sudada de Peter. Intentando regular su respiración.

Se quedaron allí respirando en silencio, conformados por el orgasmo que habían alcanzado juntos, el cual fue bastante duro.

—¿Otra vez? — consultó el rubio de pronto y Peter no dudo en asentir.

— si, porfavor — pidió educada mente. Haciendo que Wade lo tirónease hacía el cuarto.

La segunda vez que llagaron al orgasmo Peter estaba sobre el y lo había montado de forma salvaje, por lo que se dejó caer rendido a un lado del alfa.

— eso estuvo bien — soltó sin aliento Wade.

— si, si lo estuvo — concordó el chico todo sudado. — ahora paga.

Wade suspiro frustrado al lado suyo, lo que hizo que Peter sonriera divertido.

— tal vez quedé en bancarrota por ti niño — murmuró al mismo tiempo en que buscaba su dinero.

Peter hizo una mueca, que alguien pierda por su culpa era honestamente un buen sentimiento. Nadie podía culparlo por ser una especie de mala persona. Sin importancia y esperando su pago observó con desinterés el lugar, el techo era alto, pero si se subía a la cama podría tocar la madera, aun si tenía que ponerse en puntillas de pie.

— aquí esta todo lo tuyo — llamo Wade de buen humor, acostándose a su lado boca abajo. Peter lo tomó entré sus dedos, se molestó en contarlo rápidamente viendo que sea lo acordado. Mientras Wade acariciaba su piel distraídamente. — iba a pedir una pizza. Por si quisieras quedarte a comer.

Peter pensó en esto solo un segundo, antes de ponerse derecho. — tengo que trabajar. — contesto.

— ¿Puedo pagarte por una hora mas tal vez?.

Peter frunció el ceño.

—¿Por que harías eso?.

Wade se encogió de hombros, también levantándose.

— me gusta tu compañía y tu olor — respondió algo abochornado.

Las alarmas en la cabeza de Peter se encendieron. Y un calor se extendió por su rostro. Nunca salía bien cuando alguien le invitaba comida. Entonces Wade río.

—¿Que?.

— es que es algo raro que después de todo lo que hemos hecho, tu te sonrojes por que dije que me gustaba tu olor.

El ceño de Peter se frunció mas. — es que dices cosas estúpidas. — murmuró a la defensiva.

Wade río un poco mas, caminando hacía la puerta. — me lo han mencionado tanto que casi pierde el chiste — respondió juguetón. — entonces... ¿De que quieres la pizza?. — pregunto.

Peter se sintió un poco a la defensiva, el asunto se le estaba saliendo de las manos. Sin embargo tenía hambre, así que cruzándose de brazos gruñó.

— tienes que darme el dinero ahora. Si no me largo.

Wade se asomó divertido. — esta bien, pequeño mafioso. ¿Por que no solo tomas mi billetera?, De todos modos tendré mas mañana.

Peter le tomo la palabra tan rápido como pudo, tirándose sobre la cama para agarrar la billetera. Wade lo vio con cierta ternura. Es decir, el chico estaba estirado sobre las desprolijas sábanas. Completamente desnudo, contando el dinero. Sin embargo su delgadez era algo alarmante y las cicatrices manchando la piel era triste. Wade podía reconocer a una persona que la había pasado mal. El mismo era parte de ese club.

Entonces Peter lo miró sonriente y coqueto.

—¿Entonces quieres que venga mañana?. — pregunto juguetón.

Wade le sonrió en respuesta, caminando hacía el. Para tomarlo de la barbilla y besarlo, después olió su cabello.

— puedes hacer lo que quieras conmigo — contesto con honestidad. Por que mierda, realmente le gustaba su olor.

Al dia siguiente cuando Peter llegó, Beck estaba listo para mandarlo al diablo. Pero antes de poder decir palabra el omega muy feliz mente le entrego un fajo de  billetes que cayó al alfa molestó. Este sonrió como un niño al que se le regalaba un dulce.

—¿Estas intentando hacerme feliz? — pregunto. — por que realmente lo estas consiguiendo.

El prostituto y el mercenario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora