"RENEW" (Renovar) - TRADUCCIÓN AUTORIZADA

CAPÍTULO 21:

*NOTAS DEL AUTOR/A: "Canción destacada: 
Aerosmith - Dream On"

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Stephen se equivocó. Esa era la verdad objetiva aunque... Dada la oportunidad, no habría cambiado ninguna de sus acciones. Tuvieron éxito en un futuro, por lo tanto, ese futuro era en lo que debía convertirse su actual línea de tiempo, pero ninguna cantidad de nobles intenciones podrían justificar el daño a la persona que más amaba.

Tony estaba sentado frente a una mesa de trabajo, dejando la segunda camilla vacía. Estaba de espaldas a la habitación por lo que no se dio cuenta de que Stephen estaba arrastrando los pies. Red Skrull era un hombre despreciable, pero tenía un razonamiento válido: los guardianes de Gema estaban malditos por el conocimiento. Queriendo evitar las preguntas abrasadoras, Stephen absorbió la presencia de Tony sin alertarlo. No había nada más que discutir. Le había dicho a Tony lo que le estaba permitido y le había ocultado las cosas que no debía saber.

Su viaje a Vormir no había ido según lo planeado, sin embargo, no toda la esperanza se había perdido. Stephen ganaría otra oportunidad para volver a encaminar su línea de tiempo, una última bifurcación en el camino. Aunque para que tuviera éxito, debía continuar manteniendo en la oscuridad algunas cosas del conocimiento de Tony. Una nueva punzada de dolor frenó la mente acelerada de Stephen. De una u otra forma, parecía que Tony siempre estaba siendo agraviado. Howard, Stane, Los Diez Anillos, Vanko, Killian, Los Vengadores, Thanos y ahora... el mismo Stephen. Había jurado proteger a Tony, pero ¿qué pasaría cuando se convirtiera en su mayor fuente de dolor?

Stephen observó el cabello desordenado de Tony, la camiseta sin mangas que usaba para el taller y las manos manchadas de aceite. En el laboratorio, en medio de sus compañeros robóticos, Tony estaba a gusto con el mundo. Stephen guardó aquella escena en lo más profundo de su memoria. Era tan pacífico, una destilación perfecta de la vida que luchaba por preservar. Stephen no se atrevía a parpadear siquiera y se le quedó mirando hasta que sus ojos se humedecieron. Tan vacilante como Stephen era para reclamar el título, él era el Hechicero Supremo de la Tierra. Si él no podía tomar las decisiones difíciles, entonces no había nada entre la humanidad y la fatalidad.

Tony estaba jugando con un trozo de nanopartículas. El ingeniero alcanzó la mesa de trabajo dado que no podía encontrar la herramienta que estaba buscando. Se volvió y fijó su mirada directa con la de Stephen.

—Estás despierto —dijo. Recorrió el laboratorio y examinó las estadísticas en el monitor—. ¿Como te sientes?

—Bien —contestó Stephen con voz ronca.

—Eso no suena a "bien" —Tony frunció los labios. De repente, ambos quedaron hipnotizados por los pisos pulidos del laboratorio—. ¿Hambriento? Siéntate, te haré una tortilla —Tony se fue como si hubiera algo caliente en su trasero.

Sin nadie cerca, Stephen se desplomó contra la camilla. La amortiguación estaba rígida contra su espalda y dejó escapar un suspiro de agotamiento. Tony no había presionado para obtener respuestas, lo que solo podía significar que sabía que sus esfuerzos eran inútiles: él no sacaría nada más de Stephen. Las consecuencias de Vormir habían formado una grieta en la fractura por sobrecarga de su relación, pero ninguno de los dos sabía cómo abordarlo. La tensión no era suficiente para justificar una conversación, pero persistía en formas que hacían que compartir una habitación fuera incómodo. Se irían por sí solo, las peores heridas, pero en un momento como este, Stephen extrañaba la compañía de Tony más que nada.

Descansar durante quince horas había ayudado a su cuerpo a recuperarse, aunque iba a necesitar al menos otros quince para volver a la condición de pelea. Hubo una pausa en la línea de tiempo después de regresar de Vormir, por lo que Stephen se dio el lujo de quedarse quieto. Se quedó mirando al techo hasta que Tony volvió. El olor de los huevos recién hechos provocó una reacción en cadena, haciendo que Stephen recordara que no había comido nada desde ayer. Su estómago gruñó por el aroma.