Capítulo 8;
Después de abandonar el comedor y su discusión con Wanda, Steve resistió el impulso de buscar a Tony, no porque quisiera sino porque, ¿Qué demonios era lo que iba a decirle ahora?
Aún no tenía las palabras, ni la cara para pedirle una disculpa nuevamente, no después de haber — como diría Natasha — cagado y con creces cada oportunidad que tuvo. Estaba jodido. Quería recuperar a Tony a como diera lugar pero la forma en que se daban las cosas nunca eran buenas, y si a eso le sumaba que terminaba cediendo de forma estúpida a sus instintos de Alpha, influenciado por los inmensos celos que lo inundaban y no podía controlar, a su estúpido sentido de no saber quedarse callado y responder cada reclamo del castaño con algo que sabía bien solo los quebraría más, lo hizo maldecirse en su fuero interno.
Quería culpar la educación con la que se crió, la década en que nació, los años que estuvo congelado y hasta su propia casta por ser tan bestia, y aunque en parte sí era culpa de esos factores, era patético solo excusarse con eso.
Suspiro resignado. Después de obligarse a ir a su habitación y cambiarse de ropa se encaminó al gimnasio, se vendo las manos, colgó el primer saco de boxeo, y comenzó a golpearlo a diestra y siniestra, necesitaba liberar estrés. Necesitaba urgentemente sacar a Tony Stark de su cabeza aunque fuera solo por un segundo.
Y talvez, solo talvez, así podría pensar claramente como acercarse a él, y no cagarla de nuevo en el intento._________________________________________
—Entonces… ¿Eso es un no?
El castaño miraba hacia una de las pantallas, donde la imagen de Strange en sus raras ropas de Hechicero y con el ceño levemente fruncido lo observaba en total silencio. Tony rodó los ojos y suspiró con pesadez.
Después de haber cortado su llamada con Fury, llamo a Strange al instante con la carga esperanza de que aceptara la descabellada idea de unirse a los Vengadores para salvar el trasero de Rogers y los demás.
—¡Por el amor de Dios, Stephen, dime algo! — Exigió el castaño ante la inexpresividad del Hechicero.
Stephen apretó los ojos con fuerza, para contener la mirada llena de frustración que quería soltarle al castaño.
Los ojos suplicantes del genio lo hacían débil. ¿Cómo era posible que Tony Stark fuera capaz de tener tanto poder de manejo sobre él?
“Porque tú lo permites.” Le susurró la vocecilla de su conciencia haciéndolo sonreír con ironía al tiempo que abría de nuevo los ojos para mirar al castaño.
—¿Estás consiente de las consecuencias que traerá consigo el hecho de que me una a tu equipo?
Tony apretó los puños que descansaban sobre la mesa entendiendo a la perfección el por qué del énfasis en la palabra “consecuencias”
—Si lo dices por Steve, yo me encargare de que se mantenga a raya. Él no te molestará y eso corre por mi cuenta.
Tony intento sonar seguro en sus palabras pero no logró vendérsela a Stephen, se dio cuenta cuando esté soltó una pequeña risa.
—Cuenta el chiste para reírme también.
—Tony, seamos sinceros, no puedes manejar a Rogers. — dijo y el castaño frunció el ceño — en cuanto él me vea, su bestia interior lo incitara en automático a atacarme en cuanto reconozca mi aroma por disfrutar de algo que por derecho le pertenece.
Tony se levantó furioso de su asiento y miro de mala manera a Stephen, con ira en sus orbes marrones por sus palabras.
—¡Yo no le pertenezco a nadie! — alzó de más la voz y sus palabras se clavaron como una daga en el corazón de Strange. — Steve no es mi Alpha, por lo tanto no tiene derecho a controlar con quién comparto cama o no — se pasó una mano por el cabello — esto no tiene nada que ver con nuestras vidas personales, se trata del maldito equipo que debe estar preparado para enfrentar amenazas potenciales donde sea y cuando sea, he tenido a la ONU, al gobierno y a SHIELD detrás de mí, jodiendome el maldito trasero durante el último maldito año y medio y estoy harto. Este equipo debe funcionar, aún cuando estemos divididos como familia. — susurró lo último con pesar.
—Se mejor que nadie por la situación que atraviesas, Tony, pero si te digo esto es porque si me uno a ustedes, viva o no bajo su mismo techo, los roces entre Rogers y yo no te harán bien. Quieres solucionar una cosa a costa de complicar otra, y yo no quiero eso, no quiero verte mal.
Tony desvió la mirada de la pantalla y hablo con la voz más firme que pudo nacer desde el fondo de su garganta.
—Estaré bien, y aunque lo dudes, sabré manejarlo a la perfección.
Quiso restarle importancia pero Strange lo conocía bastante bien, después de más de veinte años conociéndolo, era casi imposible mentirle y que este le creyera, aunque a veces solo fingía hacerlo.
—¿Lo manejaras tan bien como el otro día? — Inquirió y Tony pareció no entender — ¡Steve Rogers te ha atacado en sus arranques de celos, Anthony! Si me tienes ahí, ¿Qué crees que hará con tal de alejarte de mi?
—Él no me marcaría en contra de mi voluntad. — dijo el castaño, tratando de convencerse más a sí mismo que a Stephen.
Steve podía ser un idiota, pero no sería capaz de llegar a tanto, ¿Verdad?
Se abrió un silencio entre los dos, Tony estaba con las manos recargadas sobre una pequeña mesa de metal, con la mirada perdida en algún punto de esta y Stephen solo lo observaba expectante, casi sin parpadear.
Los minutos pasaron y un suave sonido rompió el silencio, Tony alzó la mirada cuando una pantalla más se poso frente a él, al tiempo que Viernes le daba una vaga notificación que también llamo la atención de Strange.
—La investigación que pidió está completada, Señor.
Comenzó a leer un informe, que fue lo primero que apareció frente a él.
—Tony…
Le llamo Strange pero el castaño lo ignoró para continuar leyendo. Tras cada línea su ceño se fruncía cada vez más, cuando terminó el informe, unas imágenes un tanto borrosas aparecieron frente a él y en un acto de frustración e irá, chocó sus puños contra la mesa de metal, provocando un fuerte sonido de sus huesos chocando contra el metal.
—¿Qué tan verídico es esto, Viernes?
—Es verídico en un 100%, Señor. Las imágenes no están sujetas a alteraciones ni fueron implantadas por un tercero en la señal del satélite y la información del informe fue recabada por el mismo Nick Fury y María Hill, Señor.
Tony bufó y maldijo su suerte por lo bajo. ¿De todos los malditos tiempos tenía que ser este para que un error de su pasado se levantara de entre los muertos para venir y joderlo de nuevo cuando aún no era olvidado?
El destino debía odiarlo demasiado, su karma debía querer hacerle pagar cada error en su vida en la misma en cuanto se abriera una oportunidad al parecer.
—Tony, ¿Qué sucede?
Inquirió Strange con preocupación al ver la reacción del castaño ante las palabras de la IA.
—Ultron está de regreso.
________________________________________

ESTÁS LEYENDO
Destinado. [PAUSADA]
FanfictionEl dolor de las heridas le impedía a Tony regresar a lo que era antes de la Guerra Civil con su manada, luchaba contra sus demonios para poder actuar como siempre frente a ellos pero sus propios errores y las traiciones de aquellos a quien amo y jur...