Luego de lo vivido durante el transcurso del día, Naruto estaba en su casa intentando dormir, sin embargo, no lograba conciliar del todo el sueño debido a sus vagos pensamientos acerca del giro que su vida dio luego de la guerra, fácilmente se podría decir que todo ha sido una mierda, desde su nacimiento hasta su "muerte", o al menos eso creen esos hijos de puta, y espera que se mantenga de esta forma.
Al no poder dormir, Naruto se puso de pie y estaba dispuesto a salir de la casa a dar una vuelta para tratar de despejar su mente, además, necesitaba estudiar y con su mente hecha un lío, no podría hacerlo.
Se puso su chaqueta la cual era aquella que su padrino Jiraiya le había comprado, atesoraba esa chaqueta, está seguía siendo igual, naranja con negro además del símbolo de su clan en su espalda, a diferencia de antes, ya no utiliza tanto naranja como antes, únicamente en camisas o en su caso, su chaqueta que siempre lleva abierta.
Una vez preparado, este salió de su casa sin hacer el más mínimo ruido, una vez fuera, Naruto comenzó a caminar por las solitarias y oscuras calles.
Estuvo caminando por un buen rato hasta que se alejó por completo de su casa, sin embargo, se detuvo y miró hacia todos lados para luego desaparecer de un salto y posicionarse arriba de un edificio alto en el cual se recostó y miró las estrellas.
Se puso a pensar en todo lo que ha sucedido durante los años que lleva en éste nuevo sitio donde está formando su vida, una vida pacífica.
Nunca se había sentido tan tranquilo, probablemente haya sido debido a haber nacido en un mundo que constantemente esta en guerra debido a los lideres de las diferentes naciones, los cuales buscan expandirse y conseguir más poder militar, además de eso, los bandidos y ninjas renegados que son demasiado peligrosos, no puedes ir de día de campo sin que aparezca uno y te joda el día, si bien, este nuevo mundo no esta exhortó de problemas, no son tan jodidos como en las naciones elementales ya que nadie tiene poderes ni nada parecido.
—Oye Kurama —hablo Naruto a su inquilino.
—¿Qué quieres? —pregunto Kurama.
—Dime una cosa, ¿aun quieres salir? —pregunto Naruto a Kurama el cual se sorprendió al escuchar eso.
—¿Por qué lo preguntas ahora? —pregunto Kurama.
—Puede que sea repentino, pero, ya no estamos mas en las naciones elementales, por lo que lo he pensado durante un tiempo, ¿Qué te parece salir a estirar las patas? —dijo Naruto.
—Quiero que me respondas una cosa Naruto, ¿Por qué me quieres dejar libre? —pregunto Kurama con un tono serio.
—Como dije, ya no estamos en las naciones elementales, prácticamente ya no necesito de tu poder, además, puede que estar encerrado dentro de mi por muchos años mas sea aburrido para ti —dijo Naruto.
—¿Ya no necesitas mi poder?, en eso estas equivocado —dijo Kurama.
—¿A que te refieres? —cuestiono Naruto.
—En algún momento ellos aparecerán, serán un dolor en los huevos para ti si pierdes mi poder, aun teniendo lo que el viejo te dio, no es suficiente si no estoy yo para completarte —dijo Kurama.
—A ti no se te escapa nada, Kurama —dijo Naruto con una leve sonrisa.
—Aunque ahora seas inteligente, sigues siendo un idiota —dijo Kurama con burla.
—Puede que lo sea —dijo Naruto poniéndose de pie haciendo una serie de sellos para luego colocar su mano en el suelo creando una pequeña explosión de humo.