Naruto estaba en su casa junto a su padre y su hermana Raiha, Kurama por su parte estaba dentro del rubio durmiendo como normalmente lo haría.
El rubio estaba mirando su cuaderno donde tenia apuntados los nombres de las quintillizas con cada una de sus calificaciones de los exámenes parciales que habían hecho.
—Cada una de las chicas aprobó una asignatura distinta, mientras que el resto fue reprobado —murmuro para si mismo el rubio.
—Luego de aquello se esforzaron mucho en estudiar, sin embargo, su progreso no fue demasiado, aunque, no contábamos con mucho tiempo realmente —dijo suspirando Naruto atrayendo la atención de su padre.
—¡Naruto! —llamo el hombre al rubio menor que lo volteo a ver.
—Olvida los estudios en casa —dijo el padre de Raiha a Naruto quien suspiro nuevamente.
—No estoy estudiando, estoy pensando en como ayudar a las chicas a estudiar, mejoraron un poco desde la última vez, así que tratare de idear un plan de estudios para cada hermana —dijo Naruto sorprendiendo un poco a Raiha y al hombre mayor.
—Ohh~, has cambiado desde la ultima vez, recuerdo cuando te conocimos hace varios años, eras un niño vacío y bastante amargado, eras mucho más frio en aquel entonces de lo que eres ahora —dijo Isanari atrayendo la atención de Raiha.
—¿De verdad Onii-chan era aún más frio antes? —pregunto Raiha con su padre asintiendo.
—Lo encontramos tu madre y yo hace algunos años durante un pequeño campamento en el bosque junto a tu madre y en esos entonces vivo hermano mayor Fuutarou, oímos un ruido raro proviniendo no muy lejos de nosotros, fuimos a ver, y ahí encontramos a un niño rubio de aproximadamente 10 años, mal herido y con sus ropas hechas arrapos —dijo Isanari haciendo que Raiha se sorprenda por eso y volteé a ver al rubio que desvió la mirada.
«Sigo sin entender porque rejuvenecí, según Kurama, pudo haber sido obra del viejo sabio o de mi propio poder» pensó Naruto mirando de reojo como su hermanita lo miraba.
—Creíamos que alguien lo había dejado en ese estado luego de abandonarlo, tu madre sugirió llevarlo al hospital y así lo hicimos, aunque estuviera lleno de heridas, todos se sorprendieron de que el niño estuviera bien, de hecho, sus heridas estaban sanando a un ritmo anormal, una vez recuperado y como no tenia familia, tu madre decidió adoptarlo —dijo Isanari suspirando.
—La primera semana fue un dolor de cabeza, el niño no quería comer, hablar o siguiera moverse de su lugar, parecía como si estuviera muerto en vida, pero, poco a poco se fue acostumbrando a su nuevo ambiente y comenzó a moverse y a comer, pero no hablaba —dijo Isanari con Raiha prestando atención.
—¿Qué sucedió cuando comenzó a hablar? —pregunto Raiha.
—Cuando comenzó a hablar, este lo hacia de una forma monótona y bastante grosera —dijo Isanari riendo, dejando confundida a su hija, este la miro —. Jamás había visto a tu madre tan enojada, regaño más de una vez a Naruto, de maneras... extravagantes jaja —dijo Isanari riendo haciendo que Naruto bufara con molestia, sin embargo, tenía un pequeño sonrojo.
—Sin embargo, tu madre se ganó el corazón de tu hermano, fue breve, pero, el parecía feliz, aunque su fría mirada dijera lo contrario —dijo Isanari mirando a Naruto, para luego mirar a su hija.
—De todos modos, tu hermano fue creciendo y se fue formando el hombre que conoces, aunque, esas chicas han cambiado un poco al chico de corazón frio y mirada aterradora que todos conocíamos, tu madre estaría contenta de ver esto —dijo Isanari con algo de tristeza que contagio a Raiha.