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—Chica, me alegra que hayas llegado

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—Chica, me alegra que hayas llegado. —Bonnie, llevaba un ramo de rosas en sus manos, vestía de un suéter morado, y unos pantalones negros simples, y zaptillas del mismo color que el suéter.

—Claro que vendría, somos de tal para cual ¿no?

Bonnie rió tiernamente. —, síp, tienes toda la razón.

Ambos fueron cerca de la playa, a oscuras, ya era verano y era un gusto estár allí.

—Chica, no me bastan las palabras para decirte lo mucho, y demasiado agradecido que estoy por tenerte conmigo, eres mi novia después de todo. Gracias a tí, pude salvarme de esa enfermedad que me atormentaba día y noche. Por eso te amo hasta el infinito, y yo quería proponértelo porque creo que es lo más cursi que podría hacer.

Chica rió dulcemente, estaba tranquila, sabía que iba a hacer Bonnie, era la mejor noche de su vida.

Sacó una cajita de color blanco, e la abrió, un hermoso anillo plateado con una perla en medio fue mostrada.

—¿Quieres ser mi esposita?

Chica rió, le brillaron sus ojos, dijo obviamente que sí para abrazarlo con mucho amor.

—Bonnie.

—¿Si?

—¿¡Por qué diablos eres tan perfecto!?

—La pregunta es, por qué usted es tan perfecta.

Ambos juntaron sus narices enamorados, para darse un hermoso beso a la vez que las olas resonaban.

aunque seamos imperfectos, juntos nos hacemos perfectos.
nuestro amor es la verdadera perfección.

f í n .

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PERFECTION | BonnicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora