3.Just like Heaven.

711 57 18
                                    

Me miro de pies a cabeza y no pude evitar sentirme incomoda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me miro de pies a cabeza y no pude evitar sentirme incomoda. Julian traía una campera negra, unos jeans azules y unos lentes oscuros. Si no fuera porque me dirigió la palabra no lo hubiera reconocido. Lo mire por algunos instantes analizando la situación. ¿Esto era la vida real? El bajo la mirada y bajo un poco sus lentes.

—No seas tan obvia- comento. Baje mi mirada apenada. Aun no creía lo que pasaba, debí parecer una idiota.

—Por un momento pensé que esto era una broma de mal gusto. -confesé. Revise las acuarelas que se encontraban a mí alrededor tratando de ignorar que él estaba conmigo. No quería que pensara que soy una tonta que haría cualquier cosa por él, aunque fuera así realmente. — ¿Llevaras algo de este lugar? -pregunte. Era inusual que alguien te invitara o citara a salir a una papelería de arte.

—Tal vez- se agacho y tomo las acuarelas que se encontraban al final. Se quedó así por algunos instantes hasta que posó su vista en mí. —Solo si quieres que te lleve. - Sonrió.

—Bueno, creo que yo llevare unas acuarelas-dije tratando de ignorar su comentario.

—Eres tan dulce fingiendo que no me escuchaste. - hablo con un tono de ternura. Quizás había notado que su comentario me había incomodado. — ¿No quieres ir a un lugar más divertido? -alzo sus cejas.

—De hecho, creo que escogiste un buen lugar- caminé hacia otro pasillo y escuché sus pasos detrás de mí. —Me gustan las papelerías. -

—Entonces... ¿Estudias algún tipo de arte? - se detuvo en el área de Oleo. Le di la espalda y vi los marcos que había del otro lado.

—No realmente. -reí. —Soy una chica de ciencia. - alce mis hombros. —el arte solo me tranquiliza.

— ¿En serio? No parece que seas una chica de ciencia, eres demasiado calmada para ser cierto.

—Llevamos diez minutos hablando, no puedes suponer algo tan rápido de mí. - reí.

—Lo siento, lo siento-sonrió. —Tenía mucho sin ponerme nervioso por alguien. -Había escuchado bien o era mi imaginación. ¿Poner nervioso a Julian Casablancas?, este hombre claramente sabe que palabras usar con las mujeres, no me sorprende tanto que tantas hayan caído rápidamente a sus pies.

—Tranquilo, no voy a comerte o algo por el estilo. -

Lo vi mirándome por tan solo un instante, quizás el creía que me encontraba distraída, pero no fue así. Sentía que me miraba como si le recordara a alguien. Le devolví aquella mirada y se volteó a otro lado haciéndome reír.

— ¿Te han dicho que es incómodo que mires a las personas? - el bajo la mirada y note que se encontraba apenado.

Seguí por los pasillos revisando lo que había por el lugar. Julian me hace preguntas y yo contesto lo que realmente pienso. Este hombre era más interesante de lo que parece, y a parte sabe de lo que habla. Me forme en la fila y se encontraba detrás mío. Durante ese transcurso de tiempo no hablamos.

—Son treinta dólares- hablo la chica que me atendía. Lucia unos lentes circulares y un flequillo que le quedaba bien con la forma de su rostro. Le sonreí y ella me imito.

—Yo pago.- paso su tarjeta sin dejarme protestar.

Espere por mis productos y Julian había desaparecido de aquel lugar sin avisar. Al estar afuera de la papelería mire de un lado a otro esperando toparme con él, pero no fue así. Me puse los audífonos y reproduje Just like Heaven de The Cure. Abrí el paraguas y caminé por las calles húmedas de Manhattan.

El sol comenzaba a ocultarse más temprano de los normal. Las nubes no ayudaban mucho a que la luz del sol se mantuviera durante las horas que normalmente estaría. Mi teléfono vibro y me detuve. Desbloqueé el móvil y leí aquel mensaje.

"Estoy a algunos metros de ti. En un Audi negro en la siguiente esquina. ¿Quieres dar un paseo por esta triste ciudad?"

-Jules.

Busque el contacto de Lev y le envié mi ubicación por WhatsApp, uno nunca sabe lo que podría pasar.

"Mejor prevenir que lamentar"

-Alexa.

Guarde el móvil y camine hasta la esquina. En esa misma visualice aquel Audi el cual mencionaba en el mensaje. Me acerque al auto. Me agache un poco y toque la ventana. Julian hablaba por teléfono y se acercó al copiloto para poder quitar el seguro. Abrí la puerta, cerré el paraguas y me adentré al auto. El colgó la llamada y se quitó los lentes que traía puestos.

—Hola de nuevo. -salude al mayor. Me acomode y el coloco las llaves dentro de su orificio.

— ¿A dónde quieres ir?

—A un lugar donde podamos hablar sin escondernos de la gente. -reí

Puso en marcha el automóvil y encendió la radio. La lluvia caía cada vez más fuerte y los rayos se hacían presentes. Cuando eso pasaba me hacía sentir como una niña de nuevo. Mire a Julian sin creer que en serio esto estaba pasando, y que no era una tonta imaginación como las que tenía cada noche.

— ¿Qué hay de tu familia? -dijo rompiendo el silencio.

—Disfuncional como la de todos-hice media sonrisa. — mi madre tiene 40 años y mi padre 56 años. ¿Qué se puede esperar?

—Creo que tenemos algo en común- dijo mirando al frente sin quitar la vista del camino. —mi padre siempre salió con mujeres muchas más chicas que él.

— Me imagino como te sentías en ese tiempo, yo realmente trato de sobrellevarlo, no me gusta ver a mi madre llorando cuando el desaparece por un tiempo. -

Agite un poco mi cabeza acomodando mis ideas y note que la situación no cambiaba. Que quizás estábamos haciendo lo mismo que habíamos aprendido a lo largo de nuestra vida y por lo mismo no lo veíamos mal.

—Me pasaba lo mismo, el bastante duro vivir en una situación así. - alzo un poco lo hombros. — ¿Qué haces en tus tiempos libres? - cambio de tema.

—Suelo hacer pequeños comics para distraerme un rato, he mejorado en los últimos años mi estilo. Ser historietista es mi carrera soñada, pero creo que en este punto estoy atrapada entre lo que soy y lo que realmente me gustaría ser.

—Eres bastante profunda, pensar que hace unos días te encontraba bailando en la calle de emoción. -

—Dios, no me lo recuerdes, realmente estoy apenada por eso. Antes de llegar a casa pensé en mi estúpido baile y me sentí bastante avergonzada, así que finge que no lo viste o tendré que tomar medidas extremas.

—¿Qué medidas extremas tomarías conmigo? - pregunto. —No es como que puedas desaparecer mi cuerpo siendo yo una figura pública. -

—En eso tienes razón, pero me aseguraría que nadie más que tú se entere de eso. - el me miro y me perdí por un instante. Mostro una leve sonrisa y coloco una de sus manos sobre mi cabeza acariciándola un poco.

—Acabaste de abrir recuerdos que no sabía que tenía. -

Estaciono el auto en la carretera, y bajo las ventanas para que el aire fluyera. Apago la radio y todo comenzó a fluir. El cielo se encontraba rosado y la música seguía reproduciéndose. La tarde pasó y me contó de sus pasatiempos y lo bien que se sentía en algunas ocasiones. Todo ese día pareciera como si nos conociéramos de años, no hubo momentos incómodos, ni insinuaciones, quizás este era el sueño de cada fan, de por lo menos ser amiga de la persona que admira tanto. Cayendo la noche me llevo a casa. Le avisé a mi madre que había llegado y subí a mi habitación. Me tiré sobre la cama y no pude evitar sentirme tan feliz. Era afortunada por lo que pasaba.

-DirtyHarry.

➸Modern Girls & old-Fashion men● Julian Casablancas●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora