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La mañana llego lenta y tranquila, o al menos eso es lo que me hubiese gustado. Mi móvil no paraba de sonar desde hace varios minutos, pero el sueño era más fuerte que yo. Me sentí aliviada cuando dejo se sonar, suspiré y volví a cerrar mis ojos para poder seguir durmiendo, pero de nuevo el sonido apareció. Abrí mis ojos con dificultad y tomé el móvil.
—Mierda, no era la alarma- susurre. Debería dejar de ser perezosa por un momento y por lo menos atender aquella llamada.
Visualicé el nombre de Julian sobre la pantalla y contesté de inmediato. ¿Qué querrá tan temprano en un domingo de Julio?
—Buenos días-saludo el castaño. Podía escuchar su voz con entusiasmo. Qué suerte la de algunos, yo era gruñona al despertar, y eso lo había heredado de mi madre.
—Buen día. - hablé con dificultad, talle mis ojos y sonreí por la llamada inesperada de Julian.
—Creo que te desperté. – comento con una pequeña risa. Odiaba cuando las personas decían cosas que eran obvias, pero tratándose de Julian, eso era pasable. —lo siento.
—Tranquilo ¿Que sucede? - Bostece después de decir aquellas palabras.
— ¿Nos veremos hoy de nuevo? Ando por Brooklyn, y pensé que sería buena idea, me gustó mucho platicar contigo. -
— ¿a qué lugar inusual quieres ir hoy, Casablancas?
—No me digas así- rio. —me haces sentir más viejo de lo que soy.
—Lo siento, Casablancas- reí.
—Eso no es gracioso- escuche de nuevo su risa a través del móvil. Mis sueños se han cumplido al escucharlo tan alegre por la mañana. —Pero que te parece en una florería, ¿eh? -su voz se escuchaba emocionada. Parecía un niño pequeño en algunas ocasiones, y eso comenzaba a gustarme.
—Hay muchas Florerías en New York, Julian-
—Hay una que se llama Blossoms, está por el centro médico. -
—Creo que se cual es-.
—Te veo en media hora, necesitamos disfrutar este día al máximo. - colgó.
Me puse de pie de la cama y tomé un baño caliente para relajarme un poco. Al salir de la ducha me cambie de ropa y tome mi mochila dispuesta a bajar a desayunar. Mi móvil vibro y desbloquee la pantalla, abrí WhatsApp y cheque el primer chat para encontrarme con una imagen del mayor fuera de la florería.
Ya llegué y aun no te encuentro.
-Julian.
Observe la fotografía por algunos instantes y sonreí, nunca imagine que algún día me pasaría algo así. Mire la hora y deje el plato sobre la barra, ya no tenía tiempo para desayunar. Salí corriendo de casa, desde ahí era una mala señal, a parte iba cinco minutos tarde, que pensara Julian de mí. Detuve un taxi y le di la dirección de la florería. El tráfico era horrible y llegaría aún más tarde de lo debido.
