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2 meses después...
¿Como explicar lo que pasa por mi cabeza? ¿Como me hago creer que esto no es más que una amistad? ¿A caso él se fijaría sus ojos en una chica como yo?
Todo esto me está confundiendo y estoy entrando en un estado en el cual está lleno de dudas. Ni siquiera el alcohol me ayuda a resolver estos problemas. Con lo poco que mis padres me dieron para esta semana me compre una botella para así poder ahogarme en todos mis problemas y fantasías. Toda la tarde me la pase llorando en un cuarto de hotel cualquier con tal de que mi madre no me viera en este estado.
Nadie, ni yo misma comprendo mis propios pensamientos.
Ahora miro la ventana en el séptimo piso, esperando a escapar de esta realidad. No quiero ver la luz, tampoco la oscuridad, quiero llenarme de calma y dejar de pensar tanto en él. No aguanto más estar así, porque sé que él no esperaría por mí, él no vendría hacia a mí, pero yo sería quien esperaría por él. Tiré la botella hacia la pared y aquella se rompió en cientos de pedazos. Comencé a gritar por la desesperación que me inundaba. ¿En serio comenzaban estos tipos de ataques de nuevo?. Me tiré sobre la cama y comencé a derramar lágrimas lamentándome por la vida que llevaba. Odiaba encariñarme tan rápido con la gente y esperar que la misma sienta lo que yo siento. Mi celular comenzó a sonar y me asome para ver de quien era la llamada. Limpie mis lágrimas y respire profundamente.
—¿Hola?-
—Cariño, hola, estaba pensando en que podríamos ir a los bolos, rente un lugar para que estemos solo nosotros y podamos divertirnos. - se escuchaba Julian entusiasmado.
—No... no creo poder hoy. -
—¿Estas bien? Te escucho rara. -
—Estoy, estoy bien, hablamos luego. -
—Alexa, ¿en dónde estás?
—¿acaso eso interesa? - me estire sobre la cama.
—Claro que interesa, quiero verte, y si no me dices donde estas, moveré cielos, mar y tierra por encontrarte en esta maldita ciudad. - escuche su voz un poco molesta.
—Pod Times Square, habitación 27C, avisare que espero visitas. -colgué.
20 minutos
50 minutos
1 hora y 10 minutos.
Tocaron la puerta y me pare de la cama con dificultad. Caminé ladeándome un poco, y estuve a punto de caer al suelo un par de veces. Giré la perilla y abrí para encontrarme con Julian. Su mirada mostro de inmediato preocupación y me balancee hacia él para unirme en un abrazo. El mayor ingreso al lugar sin soltarme, asegurando se cerra la puerta. Yo comencé a derramar lágrimas y Julian me apego más a su pecho y sobo mi espalda.
—¿Qué está pasando, Alexa?- susurro.
—Se que somos amigos, pero a veces me confundes, y yo soy muy tonta, me encariño muy rápido con la gente, y tú eres tan bueno conmigo que... que...
—Cariño, no eres nada tonta, y si somos ami...
—¿Qué debo de hacer para que te fijes en mí? - interrumpí.
Julian se alejó un poco de mí y me miro compasivo.
—Alexa, no estás en condiciones de hablar de eso, quizás mañana, cuando estés en tus cinco sentidos podamos hablarlo.
Lo tomé de sus brazos y vi que se alarmo por mi tacto. Me acerque a él y Julian miro a otro lado evitando hacer contacto visual.
—Perdón por decir lo que siento en este estado... sé que ... se-
Las ganas de vomitar se hicieron presentes, lo solté y corrí de inmediato al baño. Me recargué y comencé a expulsar todo lo que tenía dentro. Julian tomo de mi cabello y lo acomodo hacia atrás para que no lo ensuciara.
—Mierda, soy un asco. - las lágrimas cayeron de nuevo y comencé a sentirme avergonzada.
Más vomito salió y Julian comenzó a reír a lo bajo.
—¿Te parezco graciosa? - dije mientras limpiaba mi boca con mi brazo.
—Nada de eso, de hecho, tenía años que no ayudaba a alguien vomitar-
—Eres un idiota, ¿Te lo han dicho? -
—Más veces de lo que imaginas. - me levanté y sonreí. —Oye, deberías tomar un baño, apestas. - rio con su ultimo comentario.
—Me lo han dicho tantas veces. - reí. —Lo haría, pero no pensaba acabar de esta manera, además no traigo ropa.
—Solo toma un baño con agua caliente, de la ropa no te preocupes, las conseguiré en seguida.
Julian se puso sus lentes, se acomodó la capucha y miro alrededor para buscar algo que pudiera cubrirle bien su rostro. Tomo mi bufanda y salió de la habitación de hotel. Agarré mi celular y puse Spotify en aleatorio. Me deshice de la ropa y tomé aquella ducha que tanto necesitaba. El agua caliente se llevó gran parte de mi cansancio y la calma vino a mí. Pasaron varios minutos y comencé a secar mi cuerpo. Tired of sex comenzó a reproducirse, y cante en sintonía con Rivers Cuomo. Acomodé la toalla cubriendo mi cuerpo y salí del baño. Mi parte favorita se hizo presente y no pude evitar no cantar aquella parte con tanta pasión.
—Estoy avergonzada de lo que dije, lo siento, aquí voy, sé que soy una pecadora, pero no puedo decir que no.
Se escucharon aplausos y mis mejillas se sonrojaron. Cubrí mi rostro y comencé a reír de los nerviosa que estaba, lo ebria comenzaba a pasarse.
—Al parecer estas llena de secretos, Ale.
—No puedo resistirme a Weezer, lo siento- reí.
—Lo note. - Alzo amabas cejas. —Te traje esto, espero te guste. - extendido una bolsa y la tome.
De inmediato vi la ropa y me sorprendí de lo que había adentro. Corrí de inmediato al baño y me puse la sudadera Negra y los jeans color vino— Que para ser honesta, me quedo un poco grande. — Revise más dentro de la bolsa, y un cinturón con tachuelas apareció. Me lo puse y me vi al espejo. Julian sí que tenía buen gusto en la ropa Femenina.
—Ahora tengo que limpiar todo este desastre. - Dije mirando todo a mi alrededor.
—Te llevare a casa después de que acabemos de limpiar.
—Le dije a mi mamá que estaría con Lev este fin de semana- alce los hombros.
—¿A caso te gusta romper las reglas?
—Solo en casos especiales...
Los dos nos dividimos y comenzamos a limpiar cada uno por su parte. De vez en cuando miraba a Julian y el me pillaba haciéndolo, provocando una risita de su parte.
—Por cierto... Lo de hace unas horas... respecto a lo que dije de...
—Vamos la siguiente semana a los Bolos ¿Sí?
—Está bien.
Note que la situación de mis sentimientos hacia él, lo incómodo. Quizás era momento de aceptar que eso no sucedería. Esto no era mi mundo lleno de fantasías.
