Diez Cosas que No sabes Sobre Mí.

3. Disculpas

Diez cosas que no sabes sobre mí

Capítulo 3

Disculpas

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El sonido de unos pequeños Pidgey en una rama cercana a la ventana, hizo que el moreno entrenador pokémon, comenzara a moverse en la cama, ¿qué hora seria? Siguió moviéndose en la cama hasta que terminó por despertar a su pokémon que lo miró enojado por aquel despertar brusco. Pikachu apoyó tiernamente la mejilla roja en la mano de su entrenador, y tal y como había hecho con Tracey la noche anterior, despertó a su amigo humano que no tardó en sentarse de golpe en la cama.

—Buenos Días Pikachu —le dijo con los ojos aún cerrados estirando los brazos para quitarse la flojera matutina—. ¿Cómo dormiste amigo? —le preguntó abriendo los ojos y acariciando con su mano derecha la cabeza del roedor eléctrico.

Pikachu comenzó a hablar casi desesperadamente y Ash solo movió la cabeza un poco sin comprender a lo que iba su Pokémon. Fue hasta que Pikachu señaló la cama de Tracey, que se dio cuenta que estaban solos en la habitación.

—¿Dónde se habrá metido Tracey? —se preguntó levantándose, le dio risa cuando notó que, con el ajetreo de la noche, se había quedado dormido vestido.

—Pikapi —empezó a insistirle Pikachu, por lo que Ash lo miró, el pequeño pokémon le señalaba el bolsillo trasero de su pantalón, donde se escapaba la punta blanca de una hoja.

—¿Qué? —tomó el papel y lo observó, rápidamente su rostro se puso de todos los colores y volvió a guardarlo en su bolsillo mientras buscaba su chaqueta azul para ponérsela sobre su camiseta blanca.

—¡Pikapi! —volvió a exclamar Pikachu enojado porque Ash no le contaba de que iba esa nota.

—Es algo sin importancia Pikachu, relájate —le indicó abrochándose el cierre de la chaqueta—¿Vamos por algo para comer?

No muy convencido pero si hambriento, Pikachu siguió a su entrenador hacia el comedor del centro Pokémon, ahí Ash notó que Tracey estaba pegado al video teléfono, y hablaba con Misty.

Ash se acercó hasta casi no ser notado, y alcanzó a escuchar algo de la conversación que lo dejó helado.

«... Sabes, Ash cree que yo no sé nada de él, pues está equivocado, sé algo... y es que yo no valgo la pena para él»

—¡Pero Misty no es así! —Tracey estaba al menos abogando por él, eso la tranquilizó un poco.

«Nada de lo que me digas va a cambiar mi opinión, me quedo bien en claro que, aunque lo intentemos una amistad así, no tarda en convertirse en nada. Y menos si una de las partes cree que la otra persona no es buena para nada...»

—¡¡Pero Misty!!

«Lo siento Tracey, lamento que tu intento de sorpresa haya terminado así. Tengo mucho que hacer, y más importantes que lamentarme por Ash Ketchum»

—Pero Misty —volvió a insistir pero la pantalla se fue a negro—. ¡Por todos los cielos! —el observador pokémon llevó la palma de su mano derecha a la frente—. Estos dos me van a volver loco...

—Lo siento —dijo Ash con un suspiro—, ¿lo eché todo a perder?

—¿Escuchaste la conversación? —preguntó Tracey volteando hacia su amigo.

—Solo el final —se cruzó de brazos bastante incomodo—, ¿está muy enojada?

—No está enojada, solo le diste en su orgullo, acusándola de cosas que no sabías de ella.