Diez Cosas que No sabes Sobre Mí.

10. Lo Que Tú y Yo Desconocemos

Diez cosas que no sabes sobre mí

Capítulo 10

Lo Que Tú y Yo Desconocemos

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El silencio había crecido en la cocina del gimnasio de ciudad Celeste, Misty estaba sentada observando la carta con los ojos llorosos pero reacios a soltar las lágrimas; mientras que Ash seguía de pie frente a ella, esperando por alguna palabra ante aquella confesión que acababa de hacer, incluso se sintió ahogado cuando tragó saliva por la presión que sentía.

¿Cómo le diría que le gustaba si había reaccionado así solo por decirle que él si se había preocupado por ella todo ese tiempo?

Realmente no sabía qué hacer, adelantó un paso hacia la chica para saber que pensaba de eso, cuando alguien entró a la cocina. Hasta ahora Ash había maldecido cada vez que Tracey llegaba a interrumpir, pero en esta ocasión se alegró mucho de verlo.

—¿Llego en mal momento? —preguntó el observador cambiando la enorme sonrisa que lucía en su rostro por una mueca por la posición de Misty y el rostro pálido de Ash.

—¡Como nunca llegaste en el mejor momento Tracey! —ante la mención del nombre Misty movió sus hombros como reaccionando a su entorno. Ash se le acercó y lo tomó del antebrazo para acercarlo a Misty—. ¡Dile a Misty que es verdad, que tú estás aquí porque yo te lo pedí!

La chica elevó la mirada hacia ambos amigos, pero ninguno la observó a ella. Tracey se soltó del agarre de Ash y frunció el ceño algo molesto por como sonaba aquello en boca de Ash.

—Yo estoy aquí porque le tengo mucho aprecio a Misty —ante aquello, Ash abrió enorme los ojos, ¿acaso no lo iba a apoyar? —. Qué tú me hayas pedido que esté al pendiente de Misty antes de irte a Hoenn, es otra cosa muy distinta.

Ash no lo podía creer, ¿Tracey que lo había tirado hasta ese abismo no lo iba a ayudar ahora? Balbuceó un par de incoherencias mirando a los dos, ¿habría algo entre ellos que no se dio cuenta?

Se llevó ambas manos al pecho porque sentía que le faltaba el aire.

—¿Ash, estás bien? —preguntó Tracey y Misty se levantó automáticamente para corroborar el estado del entrenador.

—¡Si, creo que necesito aire! —y sin decir nada más salió corriendo del gimnasio Pokémon con destino a ningún lado.

Misty simplemente volvió a caer en la silla con la mirada en el piso, notando que, sobre éste, se había caído el sobre con el número diez en él. ¿Lo leería? Estaba a punto de hacerlo, pero Tracey le quitó el sobre de las manos.

—¡Tracey! —lo regañó tratando de tomar la carta de las manos del observador.

—Creo que antes de leer esta carta, tengo algunas cosas que explicarte...

Misty tomó de la mesa las dos cartas anteriores y se las mostró a Tracey.

—¿Esto es verdad? —Tracey afirmó con la cabeza—. O sea...

—Cada palabra que Ash escribió ahí es la verdad, solo que él es un poco tonto para demostrar que realmente le gustas y ha hecho las cosas por el camino difícil para variar con él —Misty miró sorprendida a Tracey mientras él tomaba una silla para sentarse delante de ella.

—Lo sé —sonrió de forma ladeada algo avergonzada—, aunque eligió el camino más largo para confesarse, estoy realmente sorprendida de cómo han sucedido las cosas.