23. Sexta Dimensión.

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Después de pasar por todo lo anterior, Sharloth abrió sus ojos, y ahí estaba Hudson, a punto de entrar a la Sexta Dimensión y esperándola, como si ella supiera que se iba a despertar en algún momento. Ella se asustó, ya que había creído que había muerto, pero recordó las anteriores palabras de Michael: ''debes vivir, continuar.

Te voy a esperar en este castillo... te esperaré''. Aunque esas no fueran las palabras correctas, ella sabía que algo parecido había dicho, y el ''debes vivir''. Mientras se paraba, esas palabras retumbaron en su mente, sin querer salir.

Ya se había puesto de pie, y Mary coge la mano de Sharloth -ya había recogido los amuletos-, y se adentran al portal lo más rápido posible, hasta que todo quedo en un negro penetrante. Todo era demasiado oscuro, sin manera de ver ni dónde estaban paradas, pero cada vez que intentaban caminar, sus pasos se oían, como si estuvieran en agua.

Caminan y caminan y caminan, como si no fueran a terminar nunca. Sharloth jamás notó el aspecto que tenía, pero de algún modo, ella lo primero que pensaba era que iba a estar con la ropa ensangrentada totalmente, ya que su sangre se había derramado, en el momento en el que el Matriachcool le había enterrado la espada.

En ese momento, en el que pensó en la espada atravesando su corazón, de acordó de la cruel muerte de sus padres por ella, y la muestra de que un padre hace todo por un hijo...

Aparte de que había pensado en sus padres, por su nuca corrió un escalofrío que no la dejaría ni caminar. Había algo en especial en ese lugar... ¿qué sería?. No tenía ni la más mínima idea, hasta que escucha sollozos y gente gritar por ayuda.

En ese momento se prende la luz de el lugar y, ¿quién iba a creer lo que había?... estaban caminando en un tipo ''mar de sangre'', y las calaveras flotaban, huesos, pero, menos mal que solo eso, por que, siendo sinceros, el solo hecho de pensar que estaban caminando en sangre y esqueletos provocaba escalofríos, los que Sharloth sintió.

Después de que las antorchas se encienden, y dejan el lugar iluminado, siguen caminando por el tipo ''estanco'', pero parecía un mar, ya que no había un fin de ese lugar. Parecía como si estuvieran en una cueva. Era tétrico.

Llega el momento que ven unas escaleras, y deciden subir.

Ya habían llegado a la parte más alta de las escaleras, o donde posiblemente se terminaría, y ven a alguien sentado en un trono. Sí, era un trono, y tenía una capa roja muy extensa, que parecía ser la alfombra de ese piso.

-Oh, la primera vez que te veo Sharloth.

Ella lo mira, pero sin reconocer quién es. -¿Quién es usted? -dice

-Soy el asesino directo.

-¿De qué habla usted?

-No te hagas la estúpida, que ese juego no funciona conmigo. Soy el directo asesino de tus padres. El amo de la dimensión Inferno. -lo primero que se vino a la cabeza de Sharloth fue, ''qué temperamento. A  penas y lo veo, y comienza a insultar''.

-Un poco de respeto, por favor.

-Tu raza no se lo merece. ¿Cómo tu podrías convertirte en el amo de todas las dimensiones?, no debe ser un Engel. Tú no tienes las capacidades para serlo. Mejor dame tu alma de una vez por todas, que sí me ha causado problemas.

-Yo, aunque no tenga ni la edad, ni tenga los poderes suficientes, puedo ser el amo, con simplemente ser Engel, ya que paraa eso ellos nacieron, para dar paz a todos los mundos.

-Jajajajaja. Paz... paz, ¿he?, eres una niñita, sin duda alguna.

-Silencio. No tienes el derecho de insultarme y decir que no sirvo para nada nada por ser una ''niñita'', y menor daré mi alma. Ya no existen razones para hacerlo por mi parte.

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⏰ Última actualización: Oct 14, 2014 ⏰

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